Israel considera "intolerable" que el príncipe Harry se disfrazara de nazi
El centro judío Simon Wiesenthal reclama que el heredero británico viaje a Auschwitz en el 60º aniversario de la liberación de campo de concentración
La ocurrencia del príncipe Harry de Inglaterra de presentarse a una fiesta de disfraces ataviado con un uniforme nazi ha provocado una cascada de reacciones tanto en su propio país como en el extranjero, pese a que el heredero al trono británico se apresuró a pedir disculpas por la "mala elección del disfraz". El ministro de Exteriores israelí ha considerado "intolerable" el uso de símbolos nazis, mientras que el líder de la oposición conservadora de Reino Unido ha reclamado disculpas en persona. Además, el centro judío Simon Wiesenthal ha reclamado que Harry sea incluido en la delegación británica que visitará Auschwitz dentro de dos semanas para la celebración del 60 aniversario de la liberación del campo de concentración.
Fue un acto vergonzoso que denota falta de sensibilidad hacia las víctimas, no sólo los soldados de su propio país que dieron su vida para derrotar el nazismo, sino todas las víctimas del Holocausto", dice el rabino Marvin Hier, responsable del Centro Simon Wiesenthal, con base en EE UU. Por ello, en el comunicado, el centro "reclama con firmeza que el Príncipe Harry acompañe a la delegación británica el próximo 27 de enero al campo de Auschwitz para conmemorar los 60 años de la liberación. Allí verá los resultados del odioso símbolo que tan tonta y descaradamente eligió vestir". Un portavoz de la casa Real británica ha dicho comprender la demanda del centro judío, aunque ha anunciado que no hay planes de que Harry acompañe a esa delegación.
Desde Israel, ha sido su ministro de Exteriores, Silvan Shalom, el que ha enarbolado la reacción oficial. "Creo que cualquiera que intente hacer pasar [el incidente] como un caso de mal gusto debe darse cuenta de que puede animar a otros a pensar que quizá aquel periodo no fue tan malo como le enseñamos a las jóvenes generaciones", ha dicho el ministro, después de calificar de "intolerable" el uso de símbolos nazis.
Evidentemente, las reacciones también han venido del propio Reino Unido. Desde el Gobierno, un portavoz del primer ministro, Tony Blair, ha reconocido que "claramente, ha sido un error, que ha sido reconocido por el Príncipe Harry y que debe resolver el Palacio de Buckinham", residencia de la familia real.
Por su parte, el líder del partido conservador, Michael Howard, que además es judío, ha declarado a la BBC que "sería apropiado que oyésemos de su propia persona [del Príncipe] cuán arrepentido está".
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