Blair apuesta por celebrar elecciones en Irak en enero pese al recrudecimiento de la violencia
La visita de Alaui a Londres coincide con el secuestro de un británico a manos de un grupo insurgente en Irak
El primer ministro británico, Tony Blair, ha recibido en Londres a su colega iraquí, Iyad Alaui, para tratar sobre la delicada situación que atraviesa el país árabe. Tras la reunión mantenida, ambos han apostado por mantener el calendario electoral en Irak para el próximo mes de enero, pese la inseguridad que reina en el país. "Definitivamente, nos vamos a ceñir al calendario de las elecciones", ha señalado el jefe del Gobierno interino iraquí, quien se ha mostrado seguro de que "la democracia vencerá" en Irak.
En una rueda de prensa tras su reunión con Alaui en Londres, Blair ha subrayado la necesidad de unirse contra los insurgentes iraquíes, opuestos "no sólo al nuevo Irak, sino a los valores" que países como el Reino Unido defienden. "No es momento para que la comunidad internacional se divida o tenga desacuerdos, sino para que esté unida", ha subrayado, para añadir que Irak es "el crisol en el que se determinará el futuro del terrorismo global". "Si éste vence, el terrorismo crecerá. Si vencemos nosotros, los iraquíes vencerán y el terrorismo global recibirá una gran derrota", ha asegurado Blair.
El primer ministro británico que ha opinado que en este "segundo conflicto en Irak", tras la guerra que llevó en 2003 al derrocamiento del presidente Sadam Husein, "la gente decente sólo puede estar en un bando", el del Gobierno de Alaui. Al margen de los desacuerdos sobre la invasión de 2003, ha insistido en que ahora hay que apoyar al Gobierno de Alaui, que "es el bando de la democracia". Por su parte, Alaui se ha mostrado convencido de que su país estará preparado para celebrar los comicios a principios de 2005 y ha asegurado que su Gobierno está venciendo "a las fuerzas del mal".
La crisis de los rehenes
Sin embago, esta semana más de 40 civiles han muerto en Faluya en un ataque de las tropas de EE UU, 47 personas perdieron la vida en un atentado en Bagdad y otras 23 murieron en Kirkuk, y hay al menos diez extranjeros secuestrados. En este sentido, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, advirtió hace diez días de que "la violencia podría menoscabar la confianza en el proceso de transición y dificultar la creación de las condiciones necesarias para la celebración de los comicios en enero de 2005". Alaui ha respondido a Annan, al que ha pedido que ayude para lograr que las elecciones sean un éxito.
Los dos primeros ministros han declinado hacer comentarios sobre los extranjeros que están secuestrados en Irak, entre ellos el contratista británico Ken Bigley, que fue apresado el jueves pasado junto a dos estadounidenses por miembros del grupo Monoteísmo y Guerra Santa, del presunto terrorista jordano Abu Musab al Zarqaui, considerado el jefe de Al Qaida en Irak. Los extremistas han amenazado con ejecutarlos si las autoridades no liberan en 48 horas a las mujeres presas en las cárceles de Abu Ghraib, en Bagdad, y Umm Qasr, en el sur de Irak. Aunque Blair y Alaui no han respondido a esa exigencia, poco antes el ministro de Exteriores iraquí, Hoshyar Zebari, había dicho a la BBC que negociar con los terroristas sentaría "un mal precedente".
Blair, que ha alabado a Alaui por su "coraje y determinación" ante las dificultades, ha asegurado que el Reino Unido permanecerá en Irak hasta "el final del proceso", aunque ha precisado que no hay previsto un nuevo envío de tropas. Blair y Alaui han estado reunidos varias horas en Downing Street, residencia oficial del primero, donde también han almorzado. El jefe del Gobierno iraquí permanecerá en Londres hasta mañana, cuando se reunirá con el ministro de Exteriores, Jack Straw, para tratar de la seguridad en el país árabe. Después, partirá hacia Estados Unidos, donde se verá con el presidente, George W. Bush.
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