El principal mediador culpa a civiles armados de desencadenar la matanza
Según el ex presidente de la república de Ingushetia, el asalto policial se precipitó después de que los secuestradores se creyeran atacados y comenzaran a matar a los rehenes
El principal mediador en el secuestro del colegio ruso asegura que el asalto policial, que terminó con la muerte de 335 personas, se precipitó después de que los terroristas se creyeran atacados. Recibieron disparos, pero no fueron de la policía sino de un grupo de civiles armados que quiso resolver por su cuenta la crisis.
A mediodía del pasado miércoles, apenas unas horas después de que los terroristas asaltaran la Escuela Número Uno del pueblo de Beslán (en la república rusa de Osetia del Norte), las fuerzas de seguridad ya habían cercado el recinto. Tanques, helicópteros y tropas especiales tomaban posiciones alrededor del colegio. Tras unas horas de angustia por la negativa de los secuestradores ha negociar, las autoridades rusas pudieron al fin entablar comunicación con ellos. Caía ya la noche. Fue entonces cuando empezó el trabajo de los negociadores.
El más relevante de todos ellos fue Ruslan Auchev, el único que pudo entrar en el colegio, y a la sazón ex presidente de la república de Ingushetia, vecina tanto de Osetia del Norte como de Chechenia —ambas comparten además frontera—. Auchev concedió ayer una entrevista al diario Novaia Gazeta, en la que narra la sucesión de acontecimientos que condujeron a la catástrofe —la cifra oficial de víctimas es ahora de 335—, y apunta cuál fue el gatillo del asalto policial: un grupo de civiles armados.
Auchev denuncia primero que "se perdió un día y medio antes" antes de que las autoridades decidieran negociar con los terroristas, que ya les habían hecho llegar sus exigencias. Y negociando estaban en la mañana del viernes cuando todo empezó a salirse de control. La policía había llegado a un acuerdo con los terroristas para retirar los cuerpos de aquellos que murieron durante el asalto o en las horas posteriores; cuando el coche se aproximó, "se escuchó una explosión y los niño comenzaron a huir; pedimos al comando que dejase de disparar. Respondieron: 'Hemos dejado de disparar, son ustedes los que disparan'".
"Ordenamos que parasen los disparos, pero hubo una tercera fuerza, las milicias populares, que decidieron liberar por su cuenta a los
rehenes", añade Auchev, refiriéndose a los grupos armados de civiles que aún campan por Osetia del Norte de vez en cuando, como recuerdo de la guerra que mantuvo en 1992 contra Ingushetia. "[Los terroristas] gritaron al teléfono: '¡Es el asalto!'. Nosotros respondimos: 'no, Alfa [las tropas de elite] no se ha movido'. Entonces dijeron: 'Nos están disparando, es el asalto. Haremos explosionar todo'". Auchev concluye: "Todo fracasó a causa de los disparos de estos estúpidos civiles".
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