"Por supuesto que sentí pena. Yo también tengo hijos. No disparé contra ningún niño"

"Por supuesto que sentí pena por los niños. Yo también tengo hijos. No disparé. Lo juró por Alá. No quiero morir, quiero vivir, juro que no maté a ninguna mujer ni a ningún niño". Rusia ha puesto cara por primera vez a los terroristas que el pasado miércoles asaltaron una escuela en la república de Osetia del Norte. El canal 1 de la televisión rusa difundió anoche la imagen de un hombre joven, detenido por su presunta implicación en el ataque. Hoy, la fiscalía rusa ha señalado que los secuestradores estaban al mando de Shamil Basáyev, un guerrillero checheno considerado por Moscú el terrorista número uno.

La televisión rusa emitió anoche las imágenes de un joven, moreno y afeitado —el periodista señaló que acababa de cortarse la barba, basándose en que tenía más morena la piel de los pómulos que la del mentón—, que hablaba en ruso con un fuerte acento. Sin embargo no especificó los cargos de los que se le acusan. Fuentes de los servicios de seguridad citadas por la agencia oficial rusa Interfax señalaron ayer que hay detenidas tres personas por su supuesta implicación en el secuestro, tanto directamente como en labores de apoyo.

Las cifras oficiales indican que en el secuestro y posterior asalto policial murieron 338 personas, entre ellas 156 niños, de las más de 1.200 reunidas en la Escuela Número Uno —de educación primaria y secundaria— ese miércoles, inicio oficial del curso escolar. Al menos diez miembros de las fuerzas de seguridad rusas murieron en el asalto.

Menos claro está sin embargo la filiación y suerte de los secuestradores. La Fiscalía General rusa ha apuntado hoy que respondían a órdenes de Basáyev, y de hecho eran "el núcleo" de su organización guerrillera, según Mijaíl Lápotnikov, fiscal de la Dirección del Cáucaso Norte.

Su compañero Serguéi Fridinski aseguró el sábado que los terroristas eran 26 y que todos habían sido liquidados, pese a que horas antes se había informado de que un grupo de hasta 17 había logrado huir y ninguno había sido detenido. Sin embargo, Fridinski señaló ayer que en total eran 32, de los que 30 habían muerto; fuentes policiales elevaron la cifra a 35, de los que tres habían sido detenidos —cómplices, no asaltantes—.