Hallan 50 cuerpos y 20 cráneos humanos en santuarios satánicos al norte de Nigeria
El descubrimiento, que ha conducido a la detención de 30 personas, revela la persistencia de ritos satánicos en el país africano
El hallazgo de 50 cadáveres y de otros restos humanos en un bosque del Estado nigeriano de Anambra, al norte del país, ha revelado la existencia de ritos satánicos y santuarios dedicados a la magia negra. Además de los cadáveres, en avanzado estado de descomposición, se han localizado 20 cráneos. Tras el macabro descubrimiento, la policía ya ha detenido a 30 personas, según ha informado hoy la televisión local.
Hasta 30 sospechosos de participar en lo que parecen crímenes rituales han sido ya detenidos ayer por las fuerzas de seguridad, que han enviado a la zona a unos 200 agentes en diez camiones tras recibir la denuncia de que en el área se practicaban sacrificios humanos para "agradar o aplacar a los dioses", según han informado portavoces policiales. Las informaciones procedentes de la zona indican que los llamados "santuarios del diablo" están situados en los alrededores de Okija, localidad donde se afirma que el gobernador de Anambra, Chris Ngige, prestó un juramento de lealtad a su "padrino político", Chris Uba, un influyente jefe tribal, antes de las elecciones de 2003.
El gobernador renegó más tarde de sus promesas y desató así una crisis de violencia política que afecta desde entonces a todo el Estado. El comisario de la policía de Anambra, Felix Ogbaudu, que ha dirigido personalmente las operaciones de levantamiento de los santuarios, ha reconocido a los periodistas que la visión de tantos cadáveres ha sido "escalofriante". "Se me cayeron las lágrimas ante el horrendo espectáculo de tantos restos humanos, algunos frescos, muchos decapitados, huesos amontonados durante muchos años de matanzas, féretros que contenían cadáveres y rodeados de todo tipo de amuletos y botellas con brebajes", ha explicado Ogbaudu.
Un infiltrado entre los hechiceros
El alto cargo policial ha declarado estar "muy disgustado y preocupado" de que cosas como estas sigan ocurriendo en su país "en pleno siglo XXI". Uno de los detenidos por su presunta participación en las ceremonias, Osita Ndukwu, ha explicado a los policías que quienes son ofendidos o perjudicados por alguien elevan sus quejas a los sacerdotes de los santuarios, que convocan a los ofensores. Estos son conminados a declarar y a veces deben ingerir pociones suministradas por los "hechiceros", con el resultado de que algunos de ellos mueren y, así, el que queda con vida es quien tenía la razón en el pleito.
El comisario Ogbaudu no ha excluido que los brujos hayan estado también comerciando en órganos humanos, ya que a algunos de los cadáveres les falta la cabeza u otras partes. Asimismo ha adelantado la probabilidad de que mucha gente cuyo paradero se desconoce haya sido víctima de las prácticas rituales en Okija. Al parecer, un informante de la policía, Chukwu Emezie Obed Igwe, pudo haberse infiltrado entre los hechiceros haciéndose pasar por un iniciado en las prácticas del ocultismo nativo africano con el fin de espiar sus actividades.
"Aun cuando muera en esta misión, me sentiré muy feliz de cumplirla ya que es parte de la liberación y modernización que hemos emprendido en este estado", ha señalado el joven a los medios. La noticia del descubrimiento ocupa las portadas de todos los periódicos nigerianos, que coinciden en denunciar el "horror de antiguas prácticas de hechicería en el país". Con 130 millones de habitantes -el país más poblado de África- y 200 grupos tribales, Nigeria es uno de los países con mayores problemas sociales del continente. Desde su independencia de Gran Bretaña en 1960, ha sido escenario de frecuentes y sangrientos enfrentamientos, que han tenido como origen la diversidad étnica y religiosa de sus poblaciones, en constante disputa por asuntos territoriales, políticos y económicos.
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