Más de 350 personas mueren en el incendio de un supermercado en Paraguay

El incendio que se registró ayer en un centro comercial de Asunción, la capital de Paraguay, ha causado la muerte de al menos 365 personas según el último balance de los servicios de emergencia, que continúan con las labores de desescombro para buscar supervivientes. El fuego se desató ayer sobre las 11.30 hora local (17.30 hora peninsular española), cuando en el interior de la galería de tiendas se encontraban entre 400 y 700 personas. Dos centenares de personas han resultado heridas en lo que se ha convertido ya en la mayor tragedia civil que ha vivido el país suramericano.

Los cadáveres recuperados están siendo trasladados a un polideportivo de un cuartel a las afueras de Asunción, que está sirviendo de morgue improvisada. Hasta allí han peregrinado centenares de personas con la esperanza de no hallar entre los fallecidos a ninguno de sus seres queridos. Los familiares se entremezclan con los expertos sanitarios, que trabajan a destajo para identificar a todas las víctimas. Las escenas de dolor se repiten en cada esquina del polideportivo, conforme a los fallecidos se les asigna sus nombres y apellidos. Pero esta tarea no siempre es fácil; por ello, se emplearán muestras de ADN, placas dentales y otros mecanismos para reconocer todos los cuerpos. De hecho, por ahora sólo han podido ser identificados y entregados a sus familiares 71 cuerpos.

En paralelo, continúa la investigación sobre lo ocurrido. La fiscal encargada del caso ha acusado hoy al propietario del supermercado, el empresario Juan Pío Paiva, y a su hijo Daniel, de "homicidio doloso", después de ordenar la detención de ambos pocas horas después del incendio. Y es que al parecer, según la versión ofrecida por testigos y la propia policía, las puertas del edificio estaban cerradas cuando se desató el fuego. Además, el local carecía de salidas de emergencia y, según ha informado un jefe de los bomberos, el personal de seguridad del supermercado llegó a disparar contra uno de sus compañeros cuando éste intentó abrir la entrada principal. "La mayoría de la gente ha fallecido por inhalación de gas tóxico y las quemaduras, en la mayoría de los casos, fueron posteriores, y si hubieran podido salir no habríamos llegado a esta desgracia", ha lamentado Hugo Onieva, capitán de los bomberos.

Por su parte, un portavoz de la Policía Nacional ha explicado que, de acuerdo con la información de que disponen, se produjeron dos explosiones y el incendio se originó en el lugar reservado a los restaurantes, cerca de las cocinas, aunque aún no se han podido determinar las causas. Presumiblemente, las explosiones se originaron por un escape de gas. Este mismo agente ha acusado a los responsables del centro de ordenar el cierre de las puertas de acceso para evitar el saqueo del hipermercado que se encuentra dentro del centro comercial. Sin embargo, la gerencia del local ha desmentido categóricamente estas afirmaciones. El portavoz policial ha confirmado además que, ante la ausencia de salidas del emergencia, varias personas tuvieron que romper los cristales para poder escapar de las llamas.

Ayuda internacional

Entretanto, la ayuda internacional comienza a movilizarse. Fármacos y equipos médicos han llegado hoy a Asunción procedentes de Argentina, Brasil y Uruguay, y se está a la espera de expertos de Chile y Colombia, entre otros países, para apoyar en la asistencia de las víctimas y colaborar en la investigación de las causas del peor desastre de este país. El Gobierno español, por medio de su embajador en Asunción, Eduardo de Quesada, ha ofrecido a las autoridades paraguayas la ayuda sanitaria que considere necesaria y ha informado de que, por el momento, no tiene noticias de que haya españoles entre los fallecidos.

El presidente paraguayo, Nicanor Duarte, quien ha recibido las condolencias telefónicas de sus colegas de Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Bolivia y Colombia, ha declarado duelo nacional el día de hoy y luto por tres días.