El nuevo Parlamento forzará que un conservador presida la Comisión

El Partido Popular Europeo (PPE), mayoritario del nuevo Parlamento, quiere que el nuevo presidente de la Cámara y el sucesor de Romano Prodi al frente de la Comisión sean políticos de su grupo. Así lo ha anunciado hoy el líder del PPE, Wilfried Martens, para quien "es esencial que el grupo mayoritario esté de acuerdo con los candidatos".

Que el nuevo responsable de la Cámara sea del partido más votado entra en la lógica de cualquier asamblea democrática. Bien distinto es lo que se refiere a la elección del presidente de la Comisión. Hasta ahora se elegía por un acuerdo entre los Gobiernos de los Estados miembros; el Parlamento no podía más que expresas su opinión sobre el nombre escogido. Pero con la formulación en vigor del Tratado de la Unión Europea, es indispensable que la mayoría de la Eurocámara apoye la candidatura. Ahora que el grupo popular es el más numeroso, los Veinticinco tendrán que tener su opinión muy en cuenta a la hora de escoger al cargo.

Esta premisa descarta definitivamente a algunos candidatos. Es el caso del socialista Javier Solana, si bien el propio Gobierno español se mostraba ya más favorable a reservar su nombre para nombrarle ministro de Asuntos Exteriores de la UE (un cargo que reemplazará al acutal Mister PESC). También se desvanece el nombre del ex premier danés Anders Rasmussen, socialdemócrata y uno de los artífices de la ampliación a 25, pero manchado por su apoyo a la impopular invasión de Irak.

Ahern y Verhofstadt

En cambio, cobra fuerza el irlandés Bertie Ahern, primer ministro de Irlanda, actual presidente de turno de la UE, conservador y dispuesto a asumir el encargo si sus colegas se lo piden, según publicaba ayer el Sunday Times. Sin embargo, esta misma mañana un portavoz oficial ha negado que Ahern esté interesado en el nombramiento. Otra posibilidad es el liberal belga Guy Verhofstadt, aunque ayer sufrió una severa derrota en Flandes, arroyado por democristianos y extremistas de derechas; además, tampoco está bien visto por británicos e italianos, que le tildan de ser demasiado favorable a las tesis federalistas.

El mandato de Romano Prodi al frente de la Comisión concluye el 31 de octubre. Un día más tarde, el 1 de noviembre, su sucesor debe tomar posesión, lo que implica que su elección tiene que cerrarse a lo largo del verano.