Al menos 20 palestinos muertos en el ataque israelí contra un campo de refugiados

Un total de 20 palestinos, entre los que se encontraban milicianos y civiles, han muerto y otros 30 han resultado heridos en los ataques del Ejército israelí contra el campo de refugiados de Al Sultán, al noroeste de la ciudad de Rafah. Los soldados israelíes han aislado el campo de refugiados de la vecina Jan Yunes y del resto de la franja de Gaza. La Autoridad Nacional Palestina ha pedido ayuda internacional y ha calificado la operación de "crímenes de guerra".

A Israel no le ha temblado el pulso en el inicio de la denominada operación Arco iris, un nombre con raíces religiosas, ya que el arco iris es el el símbolo del pacto de Dios con su pueblo después del diluvio de Noé. Helicópteros Apache y unidades de combate en tierra han ocupado esta madrugada el campo de refugiados palestinos, causando la muerte de 20 personas, entre las que se encuentran civiles.

En el barrio de Tel al-Sultan, al suroeste de Rafah, reina el caos. Los cadáveres abarrotan la morgue de la localidad y los sanitarios improvisan centros de atención y hacen frente a la falta de medios, ya que la zona está totalmente incomunicada del resto de la fraja de Gaza. Desde el pasado domingo, unos 2.000 palestinos han abandonado el campo debido a la masiva demolición de viviendas que lleva a cabo Israel y ante la inminencia del ataque que ha tenido lugar durante la pasada madrugada. Muchos de ellos se han instalado en escuelas, mezquitas y otras instituciones de la ciudad de Rafah.

Tel Aviv pretende hacerse con el control de una zona, cercana a la frontera con Egipto, en la que asegura que los milicianos de la resistencia guardan armamento de contrabando para atacar a los israelíes. El Ejército israelí asegura que sus soldados permanecerán allí de forma "indefinida", hasta que sean destruidos todos los túneles con armas y munición y detenidos los combatientes palestinos.

Pero los ataques israelíes han hecho que las diferentes facciones de la resistencia palestina hayan decidido unir sus fuerzas para contrarrestar la ofensiva militar, lo que puede degenerar en una dura escalada de violencia. "Luchamos unidos y conseguimos la victoria, o combatimos individualmente y perdemos", es el lema de los militantes de las facciones islámicas Hamás y Yihad, de las Brigadas de Al Aqsa, afiliadas al movimiento oficialista Al Fatah, y otros grupos menores, según una proclama difundida en la zona.

"Crímenes de guerra"

La Autoridad Nacional Palestina ha pedido a Estados Unidos y al Cuarteto de Madrid que pongan fin a las operaciones de Israel, a las que han calificado de "crímenes de guerra". La respuesta ha llegado de manos del alto representante de la UE para la Política Exterior y la Seguridad Común, Javier Solana, que ha condenado "de la forma más firme" lo sucedido en Rafah, ya que contradice el espíritu del plan de paz marcado en la Hoja de Ruta.

Poco después, el presidente de la ANP, Yasir Arafat, ha afirmado que lo sucedido en Rafah "es una gran masacre planificada". Arafat ha pedido una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU y ha asegurado que la comunidad internacional no debe tolerar "las muertes, los derribos de casas" y el éxodo de personas que ha causado Israel.