Termina el motín de la cárcel brasileña en el que un grupo de presos mató a otros 10 reclusos
Los amotinados han liberado a las 160 personas que habían tomado como rehénes
El brutal motín de la cárcel de Urso Branco, en el amazónico estado brasileño de Rondonia, que ha dejado al menos 10 reclusos muertos a lo largo de esta semana, terminó ayer, ha informado el portavoz de la Policía Militarizada (PM), Lehilson Guedes.
Los amotinados han liberado a los 160 familiares de presos que habían tomado como rehenes, y los agentes de la PM ya empiezan a ocupar el presidio, ha precisado Guedes.
Durante la revuelta han sido asesinados 10 internos, según la policía. Los amotinados aseguran que han sido 13. Dos de los fallecidos fueron decapitados y otro descuartizado. El secretario de Seguridad Pública del estado amazónico, Paulo Moraes, ha aclarado que el gobierno local aceptó las 22 reinvidicaciones presentadas por los amotinados, entre ellas, el traslado de entre 30 a 40 presos a otros presidios y la destitución de la dirección de la cárcel de Urso Branco.
Moraes ha corroborado además la información de Guedes de que los amotinados han liberado a los familiares de los presos que habían tomado como rehenes y que los agentes de la PM ya están tomando el control del presidio. Los rehenes serán retirados en dos autobuses, ha explicado Moraes, quien ha añadido que el actual gobierno de Rondonia asumió el estado con 3.600 presos y que, actualmente, el número de reclusos asciende a 4.500.
Moraes se ha mostrado contrario a la ampliación del número de cárceles. "No sirve de nada la creación de más plazas o construir nuevos presidios si no existe una política para mejorar todo el sistema carcelario del país", ha afirmado.
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