Al menos diez personas mueren en Kosovo en enfrentamientos entre serbios y albaneses

Al menos diez personas han muerto hoy, según fuentes hospitalarias y de la ONU, en violentos enfrentamientos entre serbios y albanokosovares, en los que se han visto implicados soldados de la fuerza de pacificación en la región. En la peor escalada de violencia en la zona desde que hace casi cinco años interviniera la OTAN para acabar con la violencia entre Serbia y la provincia de Kosovo se han producido además más de 250 heridos.

"Esto parece un brote general de violencia de albaneses hacia los serbios", ha indicado Derek Chappell, portavoz de la policía de la misión UNMIK de la ONU, que administra esta provincia serbia de mayoría albanesa. Además, ha explicando que "la situación es muy peligrosa, todavía hay choques" en varias localidades de Kosovo, citando enfrentamientos en Mitrovica (norte), Caglavica (centro), Gnjilane (sur), Pec (suroeste) y Lipljan. Los choques demuestran lo inestable que sigue siendo la situación en esta provincia, más de cuatro años después de la guerra.

El portavoz de Naciones Unidas ha precisado que en Mitrovica, donde se han registrado los primeros choques, han muerto al menos 10 civiles (ocho albaneses y dos serbios) y han resultado heridas unas 250 personas, incluidos siete policías de la UNMIK y una decena de soldados de la Fuerza para Kosovo (KFOR) de la OTAN. Fuentes locales cifran en siete el número de muertos, cinco albaneses y dos serbios. Fuentes de KFOR han confirmado que 11 de sus soldados han resultado heridos.

Dos niños ahogados

Según Chappell, el desencadenante de la violencia ha sido una manifestación de unos 3.000 albaneses por la zona sur de la ciudad de Mitrovica, que protestaban por el hallazgo de los cuerpos de dos niños albaneses ahogados en el río Ibar, tragedia de la que responsabilizan a los serbios. Al parecer, hacia las 10.30 de la mañana, los manifestantes han atacado la comisaría local de la UNMIK y han logrado cruzar el puente que separa las dos mitades de la ciudad y adentrarse en la zona norte, serbia, donde se han iniciado los enfrentamientos con los serbios. En los disturbios se han escuchado disparos de armas automáticas y explosiones de granadas de mano. Entonces han intervenido los soldados de la KFOR, que intentan aún pacificar el lugar. Paralelamente, la violencia se ha ido extendiendo a otras ciudades.

Mientras tanto, el jefe de la UNMIK, Harri Holkeri, ha instado a los ciudadanos a denunciar los actos de violencia y ha asegurado en rueda de prensa que su misión no ha perdido el control sobre la situación en la provincia. Igualmente, el presidente de Kosovo, Ibrahim Rugova, ha pedido el cese de las protestas y ha apelado a todos los ciudadanos a "colaborar entre sí para fortalecer la seguridad y mantener el orden".

Por su parte, el primer ministro de Serbia, Vojislav Kostunica, ha exigido por teléfono a Holkeri el cese urgente de la violencia contra los serbios. A raíz de los sucesos en Kosovo, el Ejecutivo serbio ha convocado para esta tarde una sesión extraordinaria, mientras el ministro de Exteriores de Serbia y Montenegro, Goran Svilanovic, convocó una reunión urgente con los embajadores de los países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU.

Kosovo permanence bajo el control de Naciones Unidas y de las fuerzas de pacificación de la ONU desde que la Alianza bombardeara Serbia en 1999 para acabar con la represión de las autoridades serbias, entonces bajo el mandato de Slobodan Milosevic -ahora en poder del Tribunal de la Haya para la Antigua Yugoslavia- contra los albaneses, mayoritarios en Kosovo. Desde entonces, no se ha producido la reconciliación entre ambas etnias y muchas localidades siguen partidas en comunidades raciales.