Bush autoriza a las empresas canadienses a participar en los contratos para reconstruir Irak

El presidente estadounidense, George W. Bush, ha aprovechado su participación en la Cumbre de las Américas, que ha quedado clausurada en Monterrey, para levantar el veto impuesto por Washington a las empresas canadienses para participar en la reconstrucción de Irak.

El pasado 10 de diciembre, el Pentágono decidió dejar fuera de la subasta de los 26 grandes contratos de reconstrucción (por valor de 18.600 millones de dólares) a los países que se opusieron a la guerra, entre ellos Francia, Alemania, Rusia y Canadá, "por razones de seguridad".

Hoy, tras un desayuno de trabajo con su colega canadiense, Paul Martin, Bush ha asegurado que el Gobierno del país vecino "entiende los pasos necesarios" para construir un Irak libre y pacífico, si bien no ha detallado en qué tipo de contratos se materializará este giro en su política restrictiva. Ahora, las firmas canadienses podrán participar en las decenas de subcontratos que se crearán a partir de los 26 proyectos millonarios. En un futuro próximo, cuando se autorice un segundo paquete de contratos, los empresarios canadienses podrán optar a dirigir alguno de ellos.

Lo que no ha aclarado Bush es si esta medida se extenderá a otros aliados estadounidenses que tampoco suscriben la política desplegada por su administración en Irak. En todo caso, un portavoz de la embajada francesa en Washington ha informado de que el ministro de Defensa francés, Michelle Alliot-Marie, mantendrá el próximo jueves sendos encuentros con el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, y la Consejera de Seguridad Nacional, Condolezza Rice. Es posible que en el transcurso de las reuniones se aborde este asunto, sobre todo después de que Francia accediera a perdonar parte de la deuda iraquí, condición exigida por Washington para levantar su veto comercial.