El Gobierno israelí aprueba un plan para colonizar los ocupados Altos del Golán

El Comité Ministerial de Israel para Asuntos de Colonización ha aprobado un plan para triplicar la población israelí en los Altos del Golán y establecer nueve asentamientos más en esa estratégica meseta, que Siria reivindica a cambio de la paz. Este proyecto, que supone el definitivo rechazo israelí a la oferta del país vecino para reanudar las negociaciones, coincide con la creciente animadversión de su principal aliado, Estados Unidos, hacia el régimen sirio.

El plan prevé la inversión de un equivalente de 70 millones de dólares en los próximos tres años y es iniciativa del ministro de Agricultura, Israel Katz, quien ha subrayado que el Golán "es parte integral de Israel" y su devolución a Siria "no estará sujeta a negociaciones, lo que se debe saber aquí y en el exterior". Los nuevos asentamientos se agregarán a los 31 ya existentes, que se crearon en ese territorio de poco más de mil kilómetros cuadrados desde que Israel conquistó a Siria en la Guerra de los Seis Días de junio de 1967.

El régimen sirio trató de recuperar los Altos del Golán durante la guerra del Yom Kipur, en 1973, pero Israel expulsó de nuevo a los sirios. Aunque nunca se llegó a formalizar, en 1994 arrancó la negociación entre Israel y Siria en el marco general del proceso de paz. En este contexto, Israel llegó a ofrecer la devolución del territorio para normalizar las relaciones. El nuevo plan para colonizar la meseta del Golán, revelado por el diario Iediot Ajronot, ha sido confirmado por Katz y coincide con una campaña del presidente sirio, Bashar Asad, para reanudar las negociaciones de paz que su fallecido padre, Hafez Asad, mantuvo con Israel en la pasada década. Israel se anexionó los Altos del Golán por una ley de 1981, y sus fuerzas militares se encuentran actualmente a menos de 50 kilómetros de la capital siria, Damasco.

"Que Asad vea esa meseta floreciendo"

Katz ha indicado que el objetivo del plan, el de mayor envergadura de los que se han puesto en práctica en el Golán en los últimos 36 años, es "que Asad vea desde su ventana esa meseta israelí floreciendo". En la actualidad, la población israelí en los asentamientos y en la ciudad de Katzrin, la más importante de la zona, se eleva a unos 20.000 habitantes, además de 18.000 campesinos de la comunidad drusa, que conservan su nacionalidad siria, en cuatro aldeas rurales.

La oposición ha puesto ya el grito en el cielo por este nuevo paso hacia la confrontación regional. Así, la diputada Dalia Itzik, del Partido Laborista, ha afirmado que "el Gobierno israelí revela otra etapa de su plan para destruir la paz en esta región". El plan incluye el establecimiento de 900 familias en asentamientos ya existentes y en los nuevos, que comenzarán pronto a construirse y cuya economía, según el plan oficial, se basará en servicios turísticos en el Golán, donde en los últimos años se creó un próspero centro de esquí.

Este proyecto se produce en el peor momento de las relaciones entre EE UU y Siria desde el restablecimiento de sus relaciones en 1967. La crisis estalló en mayo de 2002, cuando el presidente estadounidense, George W. Bush, incluyó a Siria en el denominado "eje del mal" (países que apoyan a grupos terroristas o que tienen la armas de destrucción masiva). Durante la guerra de Irak, Siria no se sumó a la coalición liderada por Estados Unidos y se opuso a la intervención armada. Una vez finalizado el conflicto, EE UU criticó duramente a Damasco por haber prestado apoyo al régimen de Sadam Husein, por desarrollar armas químicas y poseer armas de destrucción masiva procedentes de Irak y por respaldar a organizaciones islámicas radicales como Hezbolá, acusaciones que fueron desmentidas por Assad.