Un atentado con coche bomba junto a un hotel de Bagdad mata a seis iraquíes
El edificio era conocido como sede de la CIA, y era frecuentado por autoridades y emprearios estadounidenses e iraquíes
Un terrorista suicida ha estrellado esta mañana el coche el que viajaba contra la barrera de seguridad de cemento que protege el hotel Bagdad, en la capital de Irak. El estallido del vehículo, cargado de explosivos, ha causado la muerte a cuando menos seis iraquíes y ha herido a otra veintena. Ese edificio es conocido en Bagdad como la sede de la CIA, aunque este extremo no ha sido confirmado por la agencia secreta; en el momento del atentado se encontraban entre sus paredes varios agentes y empresarios estadounidenses y miembros del Gobierno provisional iraquí.
"He visto miembros y pedazos de carne por todas partes", ha señalado un guardia de seguridad, Kahin Hussein, tras la explosión. En un primer momento la policía ha cifrado en diez las víctimas mortales de este atentado, pero las autoridades estadounidenses han rebajado más adelante la cifra a seis. Entre los heridos hay guardias de seguridad del edificio, policías y viandantes que se encontraban en el lugar; todos ellos son iraquíes, excepto uno, estadounidense, que sólo ha sufrido lesiones leves.
Un lugar de muerte, odio y explosiones
"Irak se ha convertido en un lugar de muerte, odio y explosiones", ha exclamado un testigo de la explosión, Safa Adil, después de describir un panorama apocalíptico en el que las personas morían a su alrededor a causa de la explosión. Según la reconstrucción realizada por otro testigo, Nael Murkos, "un coche blanco se aproximó al hotel, uno de los guardias disparó contra él, y luego estalló".
La zona que rodea el edificio ha sido acordonada inmediatamente por los soldados estadounidenses, mientras clientes del hotel trataban de escapar con sus maletas y docenas de policías, coches de bomberos y ambulancias llegaban al lugar. Mientras, el cielo se convertía en un hervidero de helicópteros volando en círculos sobre el área de la explosión.
28 ataques en 24 horas
Horas antes, una bomba colocada en una calle del centro de Bagdad había herido a cinco iraquíes, entre ellos a un clérigo chií, al estallar al paso de un convoy de tres vehículos civiles. Los soldados estadounidenses tomaron en seguida el lugar de la explosión, en dónde se arremolinaba ya una muchedumbre de iraquíes; uno de ellos, un chico muy joven, lanzó un explosivo plástico contra un humvee (vehículo blindado), hiriendo levemente a un militar.
Los ataques de la resistencia iraquí contraria a la ocupación estadounidense han causado la muerte a 94 soldados desde que el presidente, George W. Bush, decretó el fin de los combates a gran escala el pasado 1 de mayo. En las últimas 24 horas se han producido 28 acciones armadas, que han dejado un saldo de 11 militares heridos, según una fuente oficial, que ha cifrado en entre 12 y 20 los ataques diarios.
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