Tres soldados estadounidenses mueren en varios ataques en Irak
Al menos 90 militares americanos han muerto desde el fin de la guerra el 1 de mayo
La caótica situación que vive Irak tras el fin de la guerra se ha cobrado hoy las vidas de tres soldados estadounidenses y un intérprete iraquí en dos incidentes con explosivos. En el primero, cerca de Ramadi, a unos 100 kilómetros al oeste de Bagdad, un soldado americano ha muerto y un compañero ha resultado herido, mientras que en el otro, al sur de Bagdad, dos soldados y un intérprete han perdido la vida al ser atacados con explosivos. Más de 90 soldados estadounidenses han muerto a manos de la resistencia iraquí desde que se puso fin a las hostilidades de forma oficial el 1 de mayo.
Según ha informado el CentCom (Mando Central estadounidense), "dos soldados de la 82ª División Aerotransportada y un intérprete iraquí murieron y dos militares más resultaron heridos" ayer por la noche al ser atacados con explosivos en Al Haswah (a unos 30 kilómetros al sur de la capital). Antes, el CentCom había informado de la muerte de otro soldado, producida también ayer por la noche en la ciudad de Ramadi, a unos 100 kilómetros al oeste de Bagdad. Se trata de "un soldado del tercer regimiento de Caballería Blindada", que fue abatido, mientras que un compañero resultó herido, también por un ataque con explosivos a las 21.50 horas locales (20.50 hora española).
La violencia sigue
Otro incidente violento ha sacudido hoy la capital iraquí. A primera hora de la mañana, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha sufrido el ataque con morteros de la resistencia iraquí, sin que se hayan producido víctimas. A 60 kilómetros de ese lugar, tres policías iraquíes han resultado heridos por la explosión de una bomba en el puesto de Policía de Baaquba, según un testigo. Además, al menos una persona ha muerto y otra ha resultado herida en otro ataque de mortero contra la oficina en Kirkuk (norte del país) del Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Irak, según ha indicado un responsable de la oficina.
Desde que el presidente Bush declarara, el 1 de mayo, el fin de las grandes operaciones militares, más de 90 soldados estadounidenses han muerto a manos de la resistencia iraquí leal a Sadam Husein, el depuesto dictador iraquí, o a manos de grupos antinorteamericanos. Los soldados se enfrentan casi a diario a los ataques de estos grupos, que se concentran especialmente en los alrededores de la capital y el cercano triángulo suní, donde se concentra la mayor parte de los miembros de esta etnia, minoritaria en el país pero favorecida durante décadas por l ex dictador, al que siguen fieles.
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