"¡Hay cuerpos cayendo desde el cielo!"

"¡El edificio está empezando a venirse abajo…a mi derecha!" grita horrorizada una voz femenina. "Gente, cuerpos están cayendo desde el cielo", afirma un comunicante masculino. "El aire fresco se está acabando. No estoy exagerando", asegura con angustia una tercera voz. Éstas y otras comunicaciones forman parte de las conversaciones y llamadas de auxilio de las víctimas de los atentados del 11 de septiembre que se han hecho públicas hoy después de que un juez autorizara ayer su difusión.

Buena parte de las transcripciones reflejan la confusión de los primeros momentos y la desesperación de los atrapados que buscan una salida, muchos de ellos sin saber con exactitud lo que estaba pasando. En otra llamada, una mujer informa a un agente de policía de que la situación en el restaurante Windows of the World, en el piso 106, "está empeorando con rapidez".

"No tenemos toda la información aún, inspector. Tenemos una explosión en uno de los pisos de arriba. No sabemos si es un avión o una bomba", explica desde la Torre Uno, la primera en ser atacada, el agente Ray Murray a un inspector a través de la radio.

Controversia

En total han sido divulgadas dos mil páginas con más de doscientas horas de conversaciones de empleados y agentes de policía y de estos con los puestos de mando de la Autoridad del Puerto, propietaria del complejo del World Trade Center. La difusión de las conversaciones ha provocado controversia, por que algunos sectores consideran que pueden tener un efecto traumático para ciertas familias que perdieron a seres queridos en la tragedia. Otros familiares, por el contrario, esperan que la salida a la luz de ese material aporte más información acerca de si las labores de rescate y de evacuación fueron eficaces.

La Autoridad del Puerto, que perdió a 37 agentes de policía y a 47 empleados civiles en los ataques, ha aceptado revelar el contenido de las grabaciones después de que el diario The New York Times planteara una demanda solicitando acceder a los contenidos. Greg Trevor, portavoz de la Autoridad del Puerto, ha declarado que había revisado las dos mil páginas de transcripciones antes de hacerlas públicas y que era imposible resumir su contenido.

"En general, muestran a la gente haciendo su trabajo, de forma heroica y profesional en un día de horror inimaginable", ha señalado Trevor. "Su sacrificio contribuyó también a la evacuación con éxito de al menos 25.000 personas del complejo del World Trade Center en la mañana del 11 de septiembre", ha agregado.

Para el agente David Lim, que sobrevivió a la tragedia, las conversaciones transcritas, entre las que también aparecen algunas suyas, son algo privado y tanto él como otros supervivientes hubieran preferido que continuara siendo así. "No veo el beneficio real de todo esto", ha declarado al canal NY1 el agente, que perdió en tragedia a su perro Sirius, adiestrado en la detección de explosivos.