El apagón costará más de 1.000 millones de dólares sólo en Nueva York
Las compañías eléctricas advierten de que el aumento de la demanda del lunes podría traer nuevos cortes
Aunque aún persisten ciertos problemas de suministro eléctrico en zonas aisladas de la costa este de EE UU y el sur de Canadá, la normalidad parece haberse instalado de nuevo en la zona tras el apagón del jueves, en espera de que mañana, cuando la actividad laboral se reanude, se vea de veras si el sistema aguanta la demanda de un día normal. En esta situación, llega la hora de evaluar los costes de un apagón que ha dejado durante más de un día sin luz a 50 millones de habitantes y ha puesto de manifiesto la precariedad del sistema eléctrico del país. En primera instancia, los daños podrían alcanzar los 1.000 millones de dólares, sólo en Nueva York.
Los expertos, especialmente de las compañías aseguradoras, que tendrán que hacer frente a la mayoría de las indemnizaciones, ya han comenzado a realizar las estimaciones sobre el impacto del apagón. Una de las primeras cifras apuntadas ha sido las del Contralor de Nueva York, William Thompson, un cargo electo que tiene como misión velar por el buen estado de las finanzas de la ciudad. Thompson, que también fue el encargado de realizar las estimaciones de los daños de los atentados del 11 de septiembre, cree que las pérdidas ocasionadas por el Gran Apagón se situarán entre los 800 y los 1.000 millones de dólares sólo en la ciudad de Nueva York.
Como ejemplo, uno de los primeros cálculos ha sido el de las horas extra que tendrá que abonar el Ayuntamiento de la ciudad a sus funcionarios y que ha sido cifrado entre 5 y 10 millones de dólares, según el alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg. Las empresas de servicios, fundamentalmente las relacionadas con el turismo, también acumular enormes pérdidas. Algunos hoteles optaron por no cobrar sus clientes, que se quedaron a oscuras en sus habitaciones o que tuvieron que subir a las plantas altas a pie, con linternas o con velas. Los restaurantes y comercios se vieron obligados a cerrar sus puertas, con la consiguiente pérdida económica, así como los teatros de Broadway, que han reservado ya medio millón de dólares en entradas para afrontar las reclamaciones de los espectadores que no pudieron acudir a las funciones. Otro de los sectores afectados es el de la alimentación, que ha tenido que eliminar todas sus existencias perecederas ante la posibilidad de que se hayan echado a perder por la falta de refrigeración.
Prueba de fuego
El suministro se ha restablecido en la práctica totalidad de la zona afectada, pero muy por debajo de la potencia habitual. Mañana, con el regreso de la actividad cotidiana, será el gran examen para las compañías eléctricas. En esta situación, la principal prioridad de las empresas de abastecimiento de luz es poner en marcha la cantidad suficiente de generadores como para hacer frente al aumento de la demanda de energía que, sin duda, se registrará a partir de este lunes. Hasta que se vuelva a obtener toda la potencia seguirá existiendo la posibilidad de pequeños apagones, según ha advertido el secretario de Energía de Estados Unidos, Spencer Abraham.
Por su parte, el primer ministro de la provincia canadiense de Ontario -la más poblada y la más afectada por el apagón en ese país-, Ernie Eves, ha advertido que el lunes será "el gran examen" que tendrá que superar la red eléctrica. "Desde luego no hemos recuperado todavía la normalidad", ha dicho Eves. De hecho, la provincia está distribuyendo cerca de 17.000 megavatios de energía, cuando la demanda normal en un fin de semana es de 19.000 y, en un día caluroso, de 25.000. El problema es similar en todas partes: en Nueva York se están recibiendo 21.000 megavatios, cuando el consumo normal es de 24.000 y, según el gobernador -George Pataki- la red está funcionando un 43% por debajo de su capacidad.
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