Los rebeldes del LURD exigen el control del nuevo Gobierno liberiano

La renuncia de Charles Taylor como presidente de Liberia no ha tenido de momento el efecto balsámico que se presumía en la guerra que asola el país. La guerrilla de los Liberianos Unidos por la Reconciliación y la Democracia (LURD), que se levantó hace tres semanas contra el ex presidente ha advertido de que no acatará las órdenes del nuevo presidente, el segundo de a bordo del Gobierno de Taylor, Moses Blah, y ha exigido el control del Gobierno interino hasta la celebración de nuevas elecciones en octubre. No obstante, han aceptado retirarse del puerto de Monrovia y permitir el despliegue de una fuerza internacional de paz y la entrada de ayuda humanitaria, tras reunirse con el embajador estadounidense, John Blaney.

Según ha informado Blaney, la fuerza de paz enviada por la Comunidad económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) se desplegará por la zona del puerto de la capital, ahora controlada por los rebeldes, a partir del mediodía del jueves, al tiempo que se retiran los guerrilleros. El pacto ha quedado sellado hoy entre el comandante de la avanzadilla nigeriana de la fuerza de paz, el general nigeriano Festus Okonkwo, y el subsecretario general del LURD, Sekou Fofana, y ha sido refrendado por Blaney. La retirada de los rebeldes del puerto es vital para la entrada de ayuda humanitaria en un país devastado por años de guerra civil reavivada en las últimas semanas.

Pese al acuerdo, la situación dista de ser tranquila en el país tras la marcha de Taylor. Aunque ha aceptado la retirada del puerto, el LURD ha rechazado la autoridad del nuevo presidente, Moses Blah, que debe dirigir el Gobierno interino hasta la celebración de nuevas elecciones en octubre, y ha reclamado la jefatura del Ejecutivo. "Nunca aceptaremos servir a Moses Blah", ha declarado Sekou Fofana. "Nosotros echamos a Taylor del poder, así que queremos estar al más alto nivel. Eso significa que podemos asumir la presidencia del Gobierno interino". El LURD desconfía de Blah, que ha sido durante años un fiel aliado de Taylor.

Mientras tanto, nuevos enfrentamientos han tenido lugar entre el ejército gubernamental y la facción rebelde Movimiento para la Democracia de Liberia (MODEL) en las cercanías de Harbel, una localidad con numerosas plantaciones de caucho situada en la carretera que une Monrovia con Buchanan, la segunda ciudad de Liberia. Ambos grupos se acusan de comenzar el último baño de sangre mientras los guerrilleros siguen avanzando y se sitúan ya a 50 kilómetros del aeropuerto de la capital liberiana.

Sierra Leona quiere arrestar a Taylor

Pese a que Taylor ha iniciado hoy un lujoso exilio en un complejo de chalés preparado para él y su séquito en Nigeria, el Tribunal Especial de la ONU para Sierra Leona hará "todo lo que esté en sus manos" para arrestar a Taylor. Amnistía Internacional, por su parte, ha reclamado también al Gobierno de Nigeria que arreste al ex mandatario y ha denunciado que el asilo que le ha sido otorgado viola las leyes internacionales.

Taylor fue acusado el pasado junio por el TES, instancia judicial reconocida por la ONU, de armar y financiar a grupos rebeldes de la vecina Sierra Leona a cambio de diamantes durante la guerra civil que se vivió en ese país.