Los incendios de Portugal causan su segunda víctima

Un hombre ha muerto hoy en la localidad portuguesa de Póvoa de Ribeirinha donde los bomberos continúan intentado extinguir uno de los focos del incendio que arrasa la zona de Castelo Branco desde el miércoles. La Guardia Nacional Republicana encontró el cuerpo sin vida del hombre en el interior de su vehículo.

Con esta, ya son dos las víctimas que se han cobrado los incendios portugueses desde el miércoles. Un anciano falleció ayer al ser alcanzado por las llamas en las cercanías de la localidad de Rochas de Cima perteneciente, también, a Castelo Branco.

Continúa sin sofocar el fuego en Oleiros

El incendio que azota el concejo de Oleiros, que ha sido declarado zona catastrófica junto a los municipios de Fundao y Castelo Branco, continúa sin ser sofocado en estos momentos. Casi 300 bomberos, apoyados por 77 vehículos y tres avionetas trabajan sin descanso para apagarlo, pero los medios humanos son poco efectivos, porque se trata de una zona de montaña, donde es casi imposible acceder por vía terrestre.

Los bomberos lanzan agua desde los aviones, pero ésta se evapora casi totalmente antes de rozar las llamas. La mayoría de los caminos están prácticamente salvajes, lo que impide el avance de los bomberos, al tiempo que beneficia la propagación del fuego. La atención se concentra especialmente en proteger a los pueblos situados en medio de la montaña. Ayer, Portugal pidió a España la ayuda de dos aviones Canadair para intentar controlar el incendio. En los últimos cuatro días, el incendio ha sido parcialmente controlado en sucesivas ocasiones, durante la madrugada, pero al avanzar el día y al subir las temperaturas vuelve a activarse.