Un nuevo ataque israelí contra Hamás frustra la tregua de los radicales palestinos

Los grupos armados palestinos han dado marcha atrás en las últimas horas a sus intenciones de decretar una tregua en su ofensiva sobre Israel. Un alto responsable de Hamás ha asegurado que el asesinato perpetrado esta tarde por Israel contra uno de sus dirigentes en Jan Yunés dinamita los "esfuerzos para conseguir una tregua". Un hipotético alto el fuego permitiría poner en marcha el proceso de pacificación establecido en la Hoja de Ruta.

Dos helicópteros israelíes han disparado varios cohetes contra tres vehículos que circulaban por el centro de esa ciudad de Gaza. Fuentes israelíes han asegurado que en uno de los coches viajaba un militante de Hamás, Akram Farahad, de 35 años, que ha muerto. La misma suerte ha corrido una mujer, que ha fallecido de un ataque al corazón. Una segunda persona que iba en el coche con Farahad ha sufrido heridas graves en una pierna, han dicho fuentes del hospital Nasser, mientras que otras 14 personas sufren heridas de distinta consideración.

Un borrador de acuerdo invalidado

La noticia del asesinato del dirigente fundamentalista ha caído como una losa sobre las esperanzas de conseguir un acuerdo inmediato de alto el fuego. De hecho, delegados de Hamás, la Yihad Islámica y el partido Al Fatah del presidente Yasir Arafat daban esta tarde por seguro una tregua inmediata de tres meses de duración. Así, parecía dislumbrarse una salida satisfactoria a las negociaciones que desde hace casi un mes mantiene el primer ministro palestino, Abu Mazen, con las organizaciones terroristas.

Durante el encuentro que han mantenido hoy las milicias, iniciativa del jefe de Al Fatá para Cisjordania, Marwan Barghuthi, detenido por Israel, las tres formaciones habrían llegado "a establecer un proyecto de acuerdo de alto el fuego en tres puntos".

El primer apartado estipula que Hamás y la Yihad anunciarían una tregua de tres meses "en todos los sectores", es decir en Israel y en los territorios palestinos, a cambio de que el Gobierno de Ariel Sharon se comprometiera a cesar "sus ataques y asesinatos". En su segundo punto, el borrador establece que, aunque opuestos a la Hoja de Ruta, "Hamás y otros movimientos no obstaculizarán el proceso político" para su aplicación. El último apartado se refiere "a la petición de liberación de los presos palestinos".