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CUMBRE DE EVIAN | El movimiento antiglobalización

La policía de Ginebra desaloja un puente ocupado por 500 manifestantes

Las fuerzas del orden, ayudadas por antidisturbios alemanes, emplean cañones de agua, balas de goma y granadas de gas lacrimógeno

Ginebra ha vuelto a vivir esta noche enfrentamientos entre la policía y varios centenares de manifestantes antiglobalización, dispersados con ayuda de los agentes antidisturbios alemanes. Poco antes de la medianoche, la policía ha evacuado por la fuerza un puente ocupado por cerca de 500 jóvenes, mientras en el barrio de la estación se producían regriegas callejeras con pequeños grupos de alborotadores, según ha explicado el portavoz de la Policía, Jacques Vollery, que ha añadido que los agentes han hecho uso de cañones de agua, balas de boma y granadas de gas lacrimógeno.

Así, las fuerzas del orden, que habían mostrado durante la gran marcha transfronteriza contra el G-8 del domingo una extraña y criticada pasividad frente a los pequeños grupos de violentos, esta vez han pasado a la acción, siguiendo el ejemplo de los policías alemanes, traídos expresamente para proteger el aeropuerto.

Los policías han usado gases lacrimógenos y cañones en pleno centro de la ciudad, y los alemanes, más rápidos y contundentes que sus colegas suizos, se han empleado a fondo para dispersar a cerca de medio millar de manifestantes que se habían reunido junto al puente del Mont-Blanc, por donde discurre el mayor tráfico de la ciudad. En otras partes de la ciudad, cerca de la estación ferroviaria, se han producido distintas escaramuzas entre grupos de manifestantes y las fuerzas del orden, que han hecho uso también de balas de goma.

Dos millones de euros en destrozos

Las manifestaciones habían comenzado con una protesta frente a la Organización Mundial del Comercio, considerado como símbolo de la globalización neoliberal, a la que ha seguido una sentada que bloqueó el puente del Mont-Blanc sobre el Ródano para protestar contra la detención de unos 25 "camaradas" especialmente violentos.

Esta mañana aparecían rotos los escaparates de algunos de los pocos comercios de lujo del centro que no habían sido protegidos con planchas de madera o que los propietarios no habían adornado con banderas arco-iris de la paz a modo de talismán contra la violencia.

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Según algunos cálculos, los destrozos de todo el fin de semana de protestas se elevan a unos tres millones de francos (dos millones de euros) mientras que los gastos en seguridad totalizan unos cinco millones (3,3 millones de euros). Muchos comerciantes han presentado ya demandas contra el cantón de Ginebra y acusan a la responsable de Justicia y Policía, Micheline Spoerri, de haber sido excesivamente complacientes con los violentos del llamado "bloque negro".

Estos últimos fueron abucheados por las decenas de miles de manifestantes pacíficos cuando durante la manifestación central del domingo, que transcurrió entre las ciudades de Ginebra y Annemasse (Francia), lanzaron piedras contra varios edificios y saquearon una gasolinera sin que intervinieran empero las fuerzas del orden.

Un militante antiglobalización, tirado en el suelo frente al cordón policial en una calle de Ginebra.
Un militante antiglobalización, tirado en el suelo frente al cordón policial en una calle de Ginebra.EPA

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