El Senado de EE UU investigará la posible manipulación de los datos sobre el arsenal de Irak
Powell reitera en el Vaticano que Sadam Husein tenía armas de destrucción masiva
El Senado de Estados Unidos investigará si los servicios de espionaje exageraron o mintieron deliberadamente sobre el supuesto programa de armas prohibidas en Irak, argumento que adujo Washington para justificar la invasión del país. EE UU todavía no ha podido presentar pruebas de que Sadam Husein ocultara ese arsenal y el Senado quiere examinar la fiabilidad de los informes de inteligencia para llegar al fondo del asunto, dado el daño que causa a la credibilidad del Gobierno.
Los servicios de espionaje de EEUU y del Reino Unido han sido duramente criticados ante la posibilidad de que manipularan datos o crearan una maraña de mentiras con fines políticos sobre el presunto programa de armas químicas y biológicas de Irak. El derrocado líder iraquí siempre sostuvo que Washington no hallaba cómo justificar la guerra y que todas las armas prohibidas por la ONU fueron destruidas en los 90.
Esta polémica reinó ayer en diversos programas de televisión por los que se pasearon senadores a favor y en contra de la investigación. "El hecho de que vayamos a investigar no debe de ninguna manera ser un indicio de que estamos dudando" de la CIA o del presidente, George W. Bush, dijo a la CNN el republicano John Warner, presidente del Comité de Servicios Armados del Senado. Por su parte, el senador demócrata Bob Graham, miembro del Comité de Inteligencia de la Cámara Alta, no disimuló su malestar sobre el asunto y sugirió que el Gobierno probable y deliberadamente mintió.
Washington corrobora su versión
Pero su colega demócrata Evan Bayh agregó que sería injusto especular sobre los motivos de los servicios de inteligencia -si mintieron para efectos propagandísticos o para justificar la guerra-, "porque no hay suficiente información". Warner indicó que los dos comités realizarán audiencias para llegar al fondo de la controversia, pero no precisó una fecha. La falta de pruebas ha puesto a la defensiva al director de la CIA, George Tenet, que ha dado su palabra a los senadores de que entregará un informe sobre todo lo que la Administración Bush sabía y en qué se basaba para acusar a Irak de poseer armas prohibidas.
El Gobierno de Bush ha querido minimizar la controversia e insiste en que se encontrarán las armas -esa es la misión de un nuevo batallón de 1.400 expertos internacionales enviados a Bagdad-, pero varios medios, como Time y Newsweek, mantienen el dedo sobre la llaga. Consciente de la controversia, Bush dijo el domingo desde Rusia que el hallazgo de laboratorios móviles presuntamente utilizados para producir armas biológicas es una de las pruebas. Pero esos alegatos no han sido corroborados de forma fehaciente.
En este sentido, el secretario de estado de EE UU, Colin Powell, ha señalado hoy en Roma, a donde ha viajado para entrevistarse con el Papa, que no tiene ninguna duda de que Sadam Husein tenía armas de destrucción masiva y ha manifestado que, una vez acabada la guerra, no se debe caer en este tipo de "debates improductivos" sino trabajar "todos juntos" para ayudar al pueblo iraquí "a construir una sociedad democrática". "Sadam poseía armas de exterminio. En Irak había armas de destrucción masiva, no era una pura y simple imaginación", ha subrayado Powell.
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