China asegura que Pyongyang acepta suspender sus planes nucleares
Durante la reunión en Pekín la semana pasada, Corea suavizó su postura y accedió a negociar con EE UU
Corea del Norte está dispuesta a suspender su programa nuclear y a dejar que inspectores nucleares de la ONU entren en su territorio para certificar dicho abandono. Así lo han asegurado fuentes diplomáticas occidentales informadas por representantes chinos tras la reunión a tres bandas -EE UU, China y Pyongyang- que se celebró en Pekín la semana pasada. La condición primordial para que estos pasos se lleven a cabo es la apertura de conversaciones con Washington, que el régimen norcoreano se muestra dispuesto a mantener a cualquier nivel y en cualquier formato, siempre que EE UU abandone su actitud hostil.
El secretario de Estado de EE UU ha rebajado el optimismo de las declaraciones Chinas, aunque ha confirmado la información diciendo que Corea del Norte propuso un plan "para tratar definitivamente" sobre su capacidad nuclear, pero que pidió importantes concesiones a cambio. No obstante, Powell ha admitido que Washinton está estudiando la propuesta norcoreana. "Corea del Norte admitió [durante las conversaciones de Pekín] algunas de las cosas que hacen y, por ello, dijeron que esas cosas se pueden discutir", ha declarado Powell.
Según China, los representantes de Corea del Norte ofrecieron suspender su programa nuclear si prosperaban dichas conversaciones con EE UU. También Corea se mostró dispuesta a cancelar sus pruebas de misiles balísticos y sus exportaciones a otros países. Para comprobar que dichos programas son eliminados, Pyongyang aceptó la entrada de inspectores, según han relatado diplomáticos chinos al término de la reunión.
El paso previo a estas concesiones serán las negociaciones con EE UU, que Corea se ha dicho dispuesta a mantener "en cualquier formato" para acabar con la crisis desatada tras su reconocimiento de que posee armas nucleares. Corea del Norte abandonó sus pretensions iniciales de mantener conversaciones bilaterales con EE UU e informó al secretario de Estado adjunto, James Kelly, de que no tenía preferencias por ningún formato particular para mantener dichos contactos.
No obstante, Corea quiere que EE UU le ofrezca garantías de seguridad creíbles. Estas conversaciones deberían acabar con el establecimiento de relaciones diplomáticas entre Pyongyang y Washington, que es lo que Corea del Norte pretende, según han dicho las citadas fuentes.
Diferencias entre Irak y Corea
Reunidos hoy en Madrid, el presidente del Gobierno español, José María Aznar, y el primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, han analizado también el la crisis de Corea del Norte, una crisis sobre la que han querido marcar diferencias con la que ha acabado con la invasión de Irak. Según Aznar, desde el punto de vista de las Naciones Unidas, "no hay dos cuestiones que sean iguales" y que los procesos de legalidad internacional no son los mismos en el caso iraquí que en el norcoreano, por lo que "los tratamientos no tienen por qué ser exactamente los mismos". España, pues, desea que fructifiquen las primeras conversaciones entre Corea del Norte, China y Estados Unidos y que este foro se abra a la participación de Corea del Sur y de Japón y, más adelante, de la UE.
Mientras, Koizumi ha apostado por la prudencia dado que, a su modo de ver, hay alguna diferencia entre lo que piensa el gobierno de Pyonyang "en el fondo de su corazón" y lo que dice oficialmente. Para el primer ministro japonés, es "imprescindible" la participación de Corea del Sur y Japón en las negociaciones. Y, en línea con lo expresado por Aznar, ha recalcado que ante Corea del Norte se tiene que actuar de una forma diferente a cómo se hizo en Irak, y trabajar pacíficamente.
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