El gobernador de Illinois indulta a cuatro inocentes condenados a muerte

El gobernador del estado de Illinois, George Ryan, ha anunciado hoy el perdón a cuatro condenados a muerte por error, dando así inicio a la mayor acción contra la pena capital tras la reanudación de las ejecuciones en EE UU en 1976. A juicio de Ryan, "se ha cometido una injusticia manifiesta" con estos hombres, que alegaron en su día ser forzados a confesar bajo torturas de la policía.

La medida tendrá continuación mañana, sábado, cuando Ryan revise la situación de otros 150 presos que esperan a ser ejecutados en los corredores de la muerte de Illinois y les conmute la pena capital por una condena a cadena perpetua, según ha informado su oficina.

"Estoy indultando a estos cuatro hombres de los crímenes por los que fueron erróneamente perseguidos y condenados a muerte (...) Se ha cometido una injusticia manifiesta", ha dicho Ryan, un republicano cuya gestión como gobernador terminará el lunes. Ryan abandonará el cargo al no haberse presentado a la reelección tras haber sido acusado en un caso no probado de soborno en su época como secretario de Estado de Illinois.

Torturas de la policía

Leroy Orange, Aaron Patterson, Madison Hobley y Stanley Howard, todos ellos hombres de raza negra cuyo tiempo sumado en la cárcel supera los 60 años, denunciaron que confesaron los crímenes de los que se les acusó al ser torturados por la policía tras su detención.

"Tuvieron malos testigos, malos jueces, malos fiscales, malos abogados. Todo fue malo", ha dicho Ryan sobre los procesos judiciales por los que atravesaron estos cuatro hombres, uno de los cuales cumplirá en los próximos días 19 años en el corredor de la muerte. Salvo uno de ellos, convicto por un delito menor, todos ellos podrían salir de prisión hoy mismo.

Sus detenciones por su supuesta relación con varios asesinatos se produjeron en una época en la que una unidad de homicidios de la policía de Chicago era dirigida por el polémico teniente Jon Burge, que tuvo que dejar el cargo en 1993, al demostrarse que permitió y fomentó la tortura para hacer confesar a los sospechosos de asesinato, a los que se sometía a descargas eléctricas, quemaduras y palizas, y se les obligaba a jugar a la ruleta rusa.

Ryan decretó hace dos años una moratoria en la aplicación de la pena de muerte en Illinois después de que una investigación realizada por un grupo de universitarios concluyera que el estado había ejecutado a 13 personas que eran inocentes. Según el Centro de Información sobre la Pena de Muerte, partidario de la abolición de la pena máxima, desde 1979 un total de 102 personas escaparon a su ejecución tras probarse que no eran culpables de los delitos por los que fueron condenadas. Pese a que los ciudadanos de EE UU siguen siendo mayoritariamente partidarios de la pena de muerte, el índice de apoyo se ha reducido ligeramente en los últimos años.