Mueren 75 personas y sobreviven cinco al estrellarse un avión en Turquía
El avión, un RJ-100, se estrelló en medio de una espesa niebla
Un total de 75 personas perdieron la vida ayer y cinco sobrevivieron al estrellarse un avión de pasajeros en el sureste de Turquía, según informó el ministro del Interior turco, Abdelkader Aksu. Según ha indicado el Foreign Office, al menos dos ciudadanos británicos se encuentran entre las víctimas.
El avión viajaba entre Ankara y Diyarkabir, con 75 pasajeros y 5 miembros de la tripulación. El Primer Ministro, Abdula Gul, ha declarado que el accidente parece deberse a las malas condiciones meteorológicas y ha excluido la posibilidad de un ataque terrorista, aunque ha remitido al examen de las cajas negras del aparato para conocer las causas exactas del siniestro.
El director de las Líneas Aéreas Turcas (THY), Yusuf Bolayirli, ha precisado por su parte que entre el pasaje había 72 adultos y 3 bebés, además de los cinco miembros de la tripulación, dos de ellos pilotos: "Seis personas sobrevivieron, uno de ellos de la tripulación", dijo, aunque este tripulante murió poco después de ser hospitalizado. Una niña de un año y medio, Helin Kyran, está clínicamente muerta en el Hospital Dicle University, agregó.
Recuperados todos los cadáveres
Según el gobernador de Diyarbakir, Cemil Serhatli, se han recuperado los cadáveres de todos los fallecidos: "Hemos acabado la búsqueda, hemos encontrado todos los cuerpos. Buscaremos ahora la caja negra del avión. La razón del accidente parece ser la niebla, que impidió que se viera la pista de aterrizaje. El avión se estrelló en el ala militar del aeropuerto, se rompió en pedazos y comenzó a arder. Hay muchos cuerpos calcinados", dijo Serhatli.
Aliye In, una de los cinco supervivientes, dijo a la agencia turca Anatolia que "cuando el avión estaba aterrizando había una niebla muy espesa; entonces se estrelló con gran estruendo. Salí despedida del avión y pude ver a dos hombres vivos. El avión se rompió en pedazos y se puso a arder. Luego aparecieron los soldados y nos llevaron al hospital".
El ministro turco de Transportes, Binali Yildirim, ha dicho que no pudo volar hasta el lugar del accidente debido al mal tiempo, y recordó que los vuelos hacia Diyarbakir habían sido suspendidos los pasados diez días ante la intensa niebla.
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