Irak derriba un avión espía de EE UU en la zona de exclusión aérea
La ONU prepara la atención de 900.000 refugiados en un eventual ataque a Irak
Tanto las autoridades iraquíes como el Pentágono han confirmado el derribo de un avión espía estadounidense no pilotado en la zona de exclusión aérea al sur de Irak. Bagdag defiende que el avión fue abatido "por nuestras heroicas defensas antiaéreas", mientras que EE UU asegura que cazas iraquíes violaron el espacio aéreo para derribar el aparato.
Según Jim Wilkinson, portavoz del Comando Central con sede en Florida, los aviones iraquíes "penetraron en la zona de exclusión aérea en el sur del país y dispararon contra el Predator", acción que ha considerado "el último capítulo en una larga lista de actos hostiles del régimen iraquí".
Irak ya anunció en otras ocasiones en el pasado el derribo, por sus defensas terrestre antiaéreas, de aviones espías norteamericanos dentro de "las zonas de exclusión aérea".
Las "zonas de exclusión aérea" fueron impuestas por EE UU y el Reino Unido en el norte y el sur iraquíes tras el fin de la Guerra del Golfo de 1991, pero Bagdad no las reconoce y alega que su establecimiento no cuenta con el aval de la ONU.
900.000 posibles refugiados
Entretanto, la ONU ha puesto en marcha la maquinaria para atender a los 900.000 refugiados que provocaría un eventual ataque militar aliado en territorio iraquí.
La Alta Comisaría para los Refugiados, el ACNUR, se ha reunido hoy en Ginebra con los países donantes para recaudar los 37 millones de dólares que consideran necesarios en caso de guerra.
Esa cantidad se destinaría al conjunto de las agencias de la ONU que se verían afectadas por una intervención militar como la que prepara en estos momentos Estados Unidos.
Aunque la ONU evita datos como los que publica hoy el diario británico The Times, que asegura que la intervención miltar provocaría el éxodo de 900.000 iraquíes, sí confirma que ha solicitado a los países vecinos que abran sus fronteras en caso de una salida masiva de refugiados.
El ACNUR ha recordado en Ginebra que a raíz de la guerra del Golfo, de 1991, se produjo un éxodo de corta duración de dos millones de personas, en su mayoría kurdos.
En prevención de lo que pueda ocurrir, la agencia de la ONU ha empezado a acumular material en todos los países vecinos de Irak como Irán, Jordania, Arabia Saudí o Turquía, así como en Egipto y en su centro de la capital danesa.
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