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El presunto asesino de Fortuyn confiesa por primera vez el crimen

Folkert van der Graaf confiesa abiertamente que planeó y ejecutó conscientemente el asesinato porque el político era un peligro para la sociedad

Folkert van der Graaf, presunto asesino del político holandés Pim Fortuyn, ha reconocido ante el juez del Tribunal del Ministerio Fiscal de Amsterdam, ser el autor del crimen y además ha justificado el asesinato del líder ultraderechista por considerarlo un "peligro para los grupos más vulnerables de la sociedad", según han informado el propio tribunal a través de una nota.

Además, el presunto asesino, activista ecologista radical de 33 años y padre de una niña, ha declarado que mató al político "conscientemente", siguiendo un plan premeditado y sin contar con la complicidad de terceros.

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Van der Graaf también ha explicado que, dada la visión "estigmatizante" de las ideas políticas de Fortuyn y la "amenaza" de que consiguiera un poder político considerable, "no vio otra alternativa" para poner freno a ese peligro que acabar con la vida del político, según indica el Ministerio Fiscal.

El Ministerio Fiscal, que investigará este testimonio, también ha informado de que el autor de la muerte de Fortuyn ha hecho estas declaraciones la semana pasada, en presencia de sus abogados y de los fiscales.

El juicio de Volkert van der Graaf está previsto para marzo de 2003 porque previamente el sospechoso deberá de ser sometido a una investigación psiquiátrica, según dictaminó el juez encargado del caso el pasado 4 de noviembre.

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Un político peculiar

Pim Fortuyn, que fue asesinado el pasado 6 de mayo en plena campaña electoral, había subido el tono del debate político de las elecciones parlamentarias celebradas el pasado 16 de mayo, entre otras cosas, por las declaraciones en las que había acusado a la cultura islámica de "reaccionaria".

Además, Fortuyn había propuesto la eliminación del primer artículo de la Constitución holandesa, que prohíbe la discriminación por motivos de raza o religión.

Esta última declaración le costó en febrero de este año la expulsión de su anterior partido político, Leefbaar Nederland (Holanda Habitable).

Un mes después, Fortuyn constituía su propio partido, la Lista Pim Fortuyn (LPF), que consiguió, después del asesinato de su líder, 26 escaños en el Parlamento.

Paradójicamente, la inestabilidad en el seno de la Lista Pim Fortuyn, formada por políticos poco experimentados, provocó, tras sólo tres meses en el poder, la dimisión en pleno de la coalición de Gobierno, formada por el LPF, la democracia cristiana (CDA) y los liberales (VVD).

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