La embajada de EE UU afirma que Moscú usó un opiáceo en el asalto al teatro

Un opiáceo, no un gas nervioso, fue el agente del que se valieron las fuerzas especiales rusas para neutralizar el pasado sábado a los terroristas chechenos que retenían el teatro Dubrovka en Moscú a más de 700 rehenes desde el jueves, según ha indicado hoy un portavoz de la embajada de EE UU. La distinción tendría relevancia por cuanto de tratarse de un opiáceo no estaría en principio prohibido por las convenciones internacionales. El misterioso agente, cuya composición no ha sido revelada oficialmente, causó la muerte de 115 de los secuestrados.

Lo que sí ha criticado hoy el embajador estadounidense, Alexander Vershbow, ha sido el "secretismo" de las autoridades rusas, que según él pudo contribuir a aumentar el número de víctimas mortales. Como otras embajadas occidentales en Moscú, la de EE UU había solicitado información sobre el gas usado en la liberación del teatro, pero sólo ha recibido hasta el momento información preliminar sobre sus efectos. Las conclusiones ofrecidas hoy por la delegación diplomática estadounidense se basan, según su portavoz, en la exploración médica de alguno de los supervivientes.

Hasta hoy la mayoría de los expertos se inclina, sin embargo, por la hipótesis del gas nervioso, probablemente del grupo VX o BZ, elaborado durante la guerra fría y no utilizado antes por Rusia.

En cualquier caso lo cierto es que fue el misterioso gas el que produjo la muerte de casi todos los rehenes fallecidos en el asalto. Esta mañana, un cable de la agencia Interfax, que citaba como fuente al Fiscal de Moscú, Mijail Avdoukov, ha causado la sorpresa general al afirmar que al menos 45 de ellos habían fallecido a balazos. Pero poco después ha llegado la rectificación de la propia fiscalía, que ha reconocido que en dicho número se incluían los 41 terroristas.

Altas médicas

Mientras, un total de 333 supervivientes de la toma del teatro han sido dados de alta esta mañana en diferentes hospitales de la capital, según fuentes sanitarias, quienes también han informado de que 311 personas siguen recibiendo atención médica pero varias, incluidos nueve niños, podrían salir en breve dependiendo del resultados de los éxamenes. Por el momento, 16 personas se encuentran aún en estado crítico.

Entretanto, y mientras se suceden críticas y alabanzas a la actuación de las autoridades rusas en la crisis, el Gobierno español se ha decantado claramente por los elogios. El presidente del Ejecutivo, José María Aznar, ha dado su total apoyo a Putin porque, según él, "no tenía otra alternativa".