Se aplaza 24 horas los resultados definitivos de las elecciones en Marruecos

La comparecencia del ministro marroquí del Interior, Dris Yetú, para dar cuenta de los resultados definitivos de las elecciones legislativas celebradas ayer en Marruecos ha sido aplazada casi 24 horas, ha informado esta tarde el ministerio.

Yetú debía haber comparecido esta tarde en la sede del ministerio del Interior en Rabat, pero no lo hará hasta mañana a las 19:00 GMT por motivos que todavía no aún han sido explicados. Hasta el momento no ha sido divulgado oficialmente ningún resultado parcial del escrutinio y ni siquiera el índice final de participación, del que se ha informado sólo que oscila entre el 52 y el 55%.

Los colegios electorales cerraron sus puertas el pasado viernes a las 19.00 GMT, de modo que la comparecencia del ministro del Interior se producirá 48 horas después del término de las votaciones.

Los últimos datos ofrecidos por Yetú esta madrugada indicaban un "importante ascenso" del movimiento islamista Justicia y Caridad (PJD). Los islamistas, que junto a algunos partidos de la izquierda había llamado a boicotear los comicios, habrían doblado su representación en el Parlamento, donde en 1997 contaban con 14 de los 325 escaños.

En 1997, con el sistema amañado, el 58% de los ciudadanos con derecho a voto acudió a las urnas. En las celebradas el viernes se temió al principio un dato muy malo, ya que a tres horas del cierre de los colegios tan sólo el 30% había votado; sin embargo, muchos ciudadanos acudieron a su cita con las urnas a última hora, tras salir de las mezquitas.

En esta elecciones, las primeras trasparentes y controladas por observadores internacionales, y las primeras desde la subida al trono de Mohamed VI, cerca de 14 millones de ciudadanos de los casi 30 que tiene el país (todos los mayores de 20 años) estaban llamados a las urnas, aunque un día antes tan sólo 12 millones habían recogido su tarjeta de elector, obligatoria para votar.

Parlamento fragmentado

Precisamente la falta de antecedentes de elecciones legislativas limpias, y la introducción de una nueva ley electoral, dificulta los pronósticos. La mayoría de los politólogos auguran un Parlamento fragmentado, con un reparto de fuerzas similar al actual pero con mayor presencia de los islamistas moderados, que podrían convertirse en la tercera fuerza del país, por detrás de socialistas y nacionalistas del Istiqlal.

Los sondeos publicados en la prensa daban la victoria a la Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP), del primer ministro Abderramán Yussufi. El diario Al Ahdat Al Magrebi otorga a la USFP el 27% de los votos, frente al 17% de los nacionalistas del Istiqlal. La encuesta realizada por el Ministerio de Interior rebaja esa ventaja al 18% frente al 17%.