Más de cien muertos en China por tomar alimentos envenenados con matarratas
La policía detiene al dueño del local y el Gobierno ha puesto en marcha una investigación .-El número de muertos podría ascender en las próximas horas
Catástrofe sin precedentes en China. Ya son más de cien los muertos por envenenamiento tras ingerir comida en un restaurante de la provincia oriental de Jiangsu. La policía ha detenido al dueño del bar, tras anunciar el hallazgo de matarratas en los alimentos del local, al que muchos trabajadores acudían a desayunar.
Lo peor es que se teme que el número de víctimas aumente en las próximas horas, ya que más de 500 personas sufrieron el pasado sábado la intoxicación masiva en este restaurante de la cadena Heshengyuan Leche de Soja. Al menos 200 personas siguen hospitalizadas en estado grave.
"Los primeros elementos de la investigación indican que se puso matarratas en la comida servida a las víctimas", ha declarado Zhu Qiang, un portavoz del gobierno de la provincia de Jiangsu, que ha roto el silencio oficial mantenido por las autoridades hasta el momento.
Sin embargo, la prensa oficial sigue en el más absoluto silencio sobre el suceso, pero medios pro gubernamentales y de la prensa extranjera han asegurado que los Ministerios de Seguridad Pública y de Sanidad llevan a cabo investigaciones y han movilizado a más de medio millar de miembros de servicios médicos para atender a las víctimas.
Muerte instantánea
La mayoría de las víctimas eran estudiantes de secundaria y obreros de la construcción que desayunaban antes de ir al trabajo, tomando el habitual alimento chino compuesto por tortas de sésamo y arroz glutinoso, acompañado en ocasiones por una sopa o por leche de soja.
Dado el carácter popular del restaurante, el número de afectados fue numeroso y los fallecidos son de diversas procedencias y edades, desde niños de poco más de un año a ancianos de más de 70.
Un testigo de la tragedia, dueño de una tienda cercana, declaró haber visto a varias personas salir del restaurante escupiendo sangre, mientras que otro testimonio aseguraba que algunas de las víctimas habían fallecido en cuestión de segundos, tan sólo unos instantes después de haber desayunado.
El pánico se ha extendido en la población de Tangshan, donde el suministro de agua corriente se paró durante unas horas para analizar si estaba contaminada y se multiplicó la compra de botellas de agua embotellada.
Sin embargo, también se baraja la hipótesis de que la causa del envenenamiento fuera comida en mal estado, ya que es frecuente en China que algunos restaurantes opten por utilizar sal, especias o colorantes industriales de bajo precio y calidad.
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