El ministro británico Straw defiende una Constitución escrita para la Unión Europea
El titular de Exteriores intenta convencer a los empresarios del Reino Unido de los beneficios de pertenecer a la UE
El ministro de Exteriores británico, el laborista Jack Straw, ha abogado durante un discurso en Escocia por la redacción de una Constitución para la Unión Europea, ante las acusaciones de la oposición conservadora de que defiende "un súper-Estado europeo".
Straw ha expuesto su idea de un "libro de normas básicas" para los ciudadanos de la UE en una conferencia a empresarios en la capital escocesa de Edimburgo, que forma parte de una gira por el Reino Unido para promover los beneficios de pertenecer a la Unión en un momento en que se debate su futuro con la ampliación.
El ministro ha explicado a los miembros de la Cámara de Comercio de Edimburgo que la idea de una Constitución europea ya está siendo analizada por un comité especial con sede en Bruselas. "Sólo quiero subrayar que la existencia de una Constitución no significa tener que suscribir cada punto y coma de un súper-estado europeo", ha aclarado Straw.
Según el ministro, parte del problema de Europa en este momento es que "no hay ningún documento de referencia" que especifique el funcionamiento y las leyes que rigen sus instituciones, lo cual perjudica a los ciudadanos. Una Constitución sería, en su opinión, "una simple relación de principios que especificarían el papel de la UE y garantizarían al público la total legitimidad política de los gobiernos nacionales". Una Carta Magna también "mejoraría la capacidad operativa de la Unión Europea y permitiría a los ciudadanos conectar con las instituciones que les representan", ha añadido.
Velar por la legitimidad de las leyes europeas
Por otra parte, Straw ha apostado por la creación de un cuerpo de "vigilancia subsidiaria" formado por parlamentarios de todos los Estados miembros, que velaría por la legitimidad de las leyes europeas, para que éstas no arrebataran poderes a los gobiernos nacionales, regionales o locales.
El portavoz de Exteriores del Partido Conservador, Michael Ancram, no se ha dejado convencer por estos argumentos y ha insistido en que el gobierno de Tony Blair "está vendiendo los intereses del Reino Unido en favor de una mayor integración europea". "A pesar de sus promesas en sentido contrario, (los Laboristas) apoyan una Constitución que sólo tiene sentido en el contexto de un futuro súper-estado europeo", ha sentenciado Ancram.
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