El Papa rechaza reunirse con grupos de víctimas de sacerdotes pedófilos

El Papa ha rechazado reunirse, durante las Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) esta semana en Toronto, con un grupo que representa a canadienses víctimas de agresiones sexuales cometidas por sacerdotes católicos.

"La respuesta a nuestra carta ha sido no", indicó ayer el portavoz de Movimiento Acción Justicia, Yves Manseau. Junto con otro grupo, la Red de Supervivientes de las Víctimas de los Sacerdotes, esta organización había remitido una carta al nuncio apostólico de Canadá, monseñor Luigi Ventura, el pasado 3 de julio, solicitando un encuentro privado con el Sumo Pontífice.

En su respuesta, fechada el 11 de julio, el representante de El Vaticano afirma "haber informado debidamente a la Santa Sede", pero añade que "el programa de la Jornada Mundial de la Juventud, determinado desde hace mucho tiempo, no permite cumplir esta petición". El nuncio recuerda el mensaje del Papa a los cardenales estadounidenses reunidos en Roma el pasado mes de abril, en el que expresaba su "profundo dolor de que los curas y religiosos hayan sido causantes de tal sufrimiento y de tal escándalo para los jóvenes".

Pero "por lo que concierne a este problema en el caso de Canadá, los obispos ya han respondido a sus demandas, asegurando el compromiso para que se establezcan la verdad y la justicia en todos los casos", subrayó el representante de la Santa Sede.

Vía Crucis

Aún emocionados por la palabras del Papa durante la ceremonia de bienvenida de ayer, que les hizo vibrar, los 300.000 jóvenes que asisten a la XVII Jornada Mundial de la Juventud recorrerán hoy las calles de Toronto llevando a hombros la cruz en un Vía Crucis. Es uno de los momentos más sugestivos de estas jornadas, que se celebran después de los atentados del 11 de septiembre que trajeron dolor y guerras al mundo.

Y así, con el pensamiento puesto en el 11-S, que ha influido también en que muchos jóvenes no hayan venido a Toronto por miedo al terrorismo, Juan Pablo II animó a los muchachos en la ceremonia de acogida a descubrir el perdón en un mundo "mucha veces en manos de la violencia y el terror". "Hemos sufrido, con dramática violencia, durante el pasado año la cara trágica de la maldad humana. Hemos visto que sucede cuando reina el odio, el pecado y la muerte. Pero hoy la voz de Cristo resuena en nuestra asamblea como una voz de vida, de esperanza, de perdón, de justicia y de paz", afirmó el Pontífice hablando en inglés.