Una tormenta de verano causa siete muertos en Berlín y Brandeburgo

Vientos de hasta 150 kilómetros por hora han causado esta noche siete muertos e importantes destrozos en la capital alemana y la región limítrofe de Brandeburgo. Los bomberos han registrado más de 2.000 llamadas por emergencias. La mayoría de las víctimas ha muerto aplastadas por árboles arrastrados por el viento huracanado.

Los dos adolescentes que han muerto, de 12 y 17 años, estaban en un camping en una isla en el lago Wannsee (suroeste) cuando les aplastó un árbol. Los otros campistas han tenido que ser rescatados, y 13 de ellos han resultado heridos, dos graves. "Era un verdadero campo de batalla", afirmó un portavoz de los bomberos encargados de rescatar al centenar de campistas. Los servicios meteorológicos habían anunciado precipitaciones importantes y fuertes vientos pero "nadie se esperaba un diluvio como este", añadió.

Otro hombre ha muerto también aplastado por un árbol en el barrio de Reinickendorf.

En Brandeburgo, un hombre de 18 años ha muerto cuando intentaba guarecerse bajo un tejadillo al ser aplastado por otro árbol, mientas que en Storkow un ciclista de 45 años que se había refugiado bajo un árbol ha muerto al romperse una rama del mismo.

En Seelow, han muerto dos personas. Una de ellas era un automovilista de 25 años que ha fallecido en su vehículo al ser golpeado éste por la caída de otro árbol. Los otros cuatro ocupantes del coche han resultado heridos graves.

El aeropuerto principal de la capital tuvo que ser cerrado por un tiempo al tráfico aéreo, lo que provocó que un avión de Crossair tuviera que hacer un aterrizaje forzoso al quedarse sin combustible. Ninguno de los 20 pasajeros ha resultado herido. El servicio ferroviario entre Berlín y Hamburgo también fue suspendido.