Francia acude mañana a las urnas en medio de la apatía

Mañana, 41 millones de franceses están llamados a elegir entre los 8.446 candidatos que se disputan los 577 escaños de la Asamblea Nacional, un número récord de postulantes para unas legislativas en las que muchos electores no tienen claro su voto. Otros muchos se declaran apáticos ante la convocatoria, a pesar de que sólo hace un mes de las traumáticas elecciones presidenciales en las que la extrema-derecha llegó a las puertas del Elíseo.

Frente al florecimiento de los candidatos, los partidos tradicionales sólo representan el 55 por ciento del total de inscritos en las listas, y podrían tener más dificultades a la hora de asegurar su permanencia en la segunda vuelta. Como ocurrió en las presidenciales, la llegada de la extrema-derecha a la segunda vuelta es un escenario plausible.

El último sondeo publicado ayer por IPSOS indicaba que la derecha tradicional, agrupada en torno a Chirac, podría obtener mañana un 40 por ciento de los votos contra un 36 por ciento que iría a parar a la izquierda, lo que en teoría debería traducirse en 380 escaños de los 577 de la Asamblea Nacional para la derecha. El ultraderechista Jean-Marie Le Pen por su parte podría obtener cuatro escaños.

En caso de que la derecha obtenga la victoria final, sería la sexta vez consecutiva desde 1981 que un partido o coalición de Gobierno no consigue renovar la mayoría parlamentaria y cede su sitio a la oposición.

Alta abstención

Sin embargo, esta primera vuelta no designará al vencedor. Tal y como se ha podido comprobar en los comicios de años pasados, el número de candidatos que consiguen ser elegidos en la primera vuelta cada vez es más reducido.

La tasa de abstención se espera alta, por tradición y también porque la votación coincide con importantes eventos deportivos: tres partidos del Mundial de Fútbol por la mañana y la final de tenis de Roland Garros por la tarde.

Para este tercer escrutinio del año, los 64.000 colegios electorales estarán abiertos entre las ocho de la mañana y las seis de la tarde (hora local y española), aunque el horario de cierre se prologará hasta las siete o las ocho en algunos municipios.