Colombia premia el discurso antiguerrillero de Uribe con la presidencia

Álvaro Uribe, candidato liberal independiente, ha visto premiado su belicoso discurso antiguerrillero con la mayoría absoluta en las elecciones presidenciales celebradas ayer en Colombia. Con el 97% del escrutinio completado, Uribe ha obtenido el 52,9% de los votos, según el órgano electoral colombiano, lo que le ha valido ser proclamado oficialmente como presidente del país. Uribe, que se ha presentado sin el apoyo de ninguna formación tras desligarse del Partido Liberal, ha evitado así tener que concurrir a la segunda vuelta, hecho inédito en la historia del país.

Horacio Serpa, el candidato oficial del opositor Partido Liberal, ha conseguido el 31,8%, mientras que el líder de la izquierda, Luis Eduardo Garzón, ha logrado el 619%, y la candidata del movimiento Sí Colombia, Noemí Sanín, el 5,84%. Precisamente Sanín ha sido la primera en reconocer esta madrugada la victoria de Uribe, seguida poco después por Serpa.

Derroche de oportunidades

El presidente electo ha proclamado su triunfo bien entrada la noche, manifestando su intención de buscar una salida negociada al conflicto bélico si la guerrilla y los paramilitares se comprometen a ofrecer gestos inequívocos de respeto al pueblo colombiano y a abandonar las armas.

"Que la seguridad no sea la guerra del Estado, sino la disuasión de la guerra de los violentos. Para que esa seguridad sea democrática cuidaremos profundamente las libertades públicas, los derechos sociales", ha declarado Uribe, cuyo padre fue asesinado por las FARC en 1984.

"Mañana a primera hora empezaremos a trabajar para apelar a una mediación internacional, con objetivo preciso, con mandato determinado, para buscar el diálogo con los grupos armados al margen de la ley, sobre la base de que se abandone el terrorismo y se facilite un cese de hostilidades", ha añadido el presidente electo, tras señalar que la guerrilla "ha derrochado las oportunidades para la paz".

Dos coches bomba abandonados

El clima bélico causado por la guerra no declarada entre el Gobierno, las guerrillas y los paramilitares, que ya dura más de 38 años, ha marcado los comicios, causando una abstención del 53%. Esta cifra es superior a la de los pasados comicios legislativos, celebrados el 10 marzo, después de que la guerrilla de las FARC haya repetido también en esta ocasión su amenaza contra aquellos ciudadanos que decidieran acudir a las urnas.

24 millones de colombianos estaban llamados decidir el sucesor de Andrés Pastrana en las urnas, que se han clausurado a las once de la pasada noche. La Policía Nacional de Colombia ha puesto en marcha el Plan Democracia , un dispositivo especial de seguridad con 212.000 agentes. Pese a ello, se han producido algunos incidentes.

Al menos tres guerrilleros (dos del ELN y uno de las FARC) han muerto en combates con tropas del Ejército, y dos coches bomba abandonados en carreteras del norte y el oeste del país han tenido que ser desactivados por las fuerzas del orden.

De los 1.098 municipios colombianos, sólo cinco no han podido abrir los colegios por la destrucción del material electoral, según ha informado el ministro del Interior, Armando Estrada, quien ha atribuido los hechos a la guerrilla de las FARC.