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ELECCIONES EN COLOMBIA

Un abogado con fama de 'duro' y madrugador compulsivo

Uribe, ex gobernador de Antioquia, ex congresista y ex alcalde de Medellín, apenas tenía hace un año el respaldo del 5% de los colombianos

Álvaro Uribe Vélez es el primer candidato que alcanza la presidencia de Colombia desde que este país estableció en 1991 el sistema de doble vuelta entre los dos aspirantes más votados. Uribe, un abogado a punto de cumplir 50 años cuyo lema, "trabajar, trabajar y trabajar", se ha hecho famoso a lo largo y ancho de Colombia, es un disidente del Partido Liberal, ex gobernador de Antioquia, ex congresista, y ex alcalde de Medellín, su ciudad natal, considerado desde siempre como un triunfador, pese a tener fama también de ser un hombre duro y representante de la extrema derecha. Él lo niega, y prefiere hablar de autoridad y de firmeza democráticas, pero con un discurso belicista y sin concesiones a las guerrillas.

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Todo indica que Uribe no será un presidente cualquiera. Desde sus aulas en la Secundaria, en la universidad, en los distintos cargos y escaños que ha ocupado, se ha revelado como un líder nato, un político calculador al que difícilmente se le escapa la sonrisa. En un giro de tuerca más, ahora será un presidente que ha llegado al más alto cargo de su país sin el apoyo directo de su partido y que ha comprobado como decenas de políticos, al ver su éxito, "llegaron a su campaña como moscas a la miel", según afirmó una publicación.

Sus detractores consideran que es un político de "línea dura", cercana a la ultraderecha, y respaldan sus acusaciones en las cooperativas de autodefensas que fomentó desde el Gobierno de la región de Antioquia y que muchos tildaron como "caldo de cultivo" de grupos paramilitares. Esos mismos enemigos políticos han acusado a su padre (asesinato por las FARC en 1983, tras resistirse a su secuestro) de haber sido "amigo" de narcotraficantes y de haber favorecido a mafiosos cuando ocupó la dirección de la Aeronáutica Civil.

Ascenso meteórico

El ascenso de Uribe Vélez hacia la jefatura de Estado ha sido meteórica y sorpresiva, ya que hace poco más de un año tan sólo alcanzaba el 5% en intención de voto, pero en noviembre del año pasado comenzó a repuntar y a acercarse a su principal contrincante, Horacio Serpa, candidato oficial del Partido Liberal. Fue a partir de enero de este año cuando comenzó a subir en las encuestas y alcanzó su cénit en marzo, cuando se acercó al 60%. En este espectacular aumento influyó, sin duda, la ruptura del proceso negociador de paz entre el Gobierno de Pastrana y la principal guerrilla del país, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y la terrible ofensiva rebelde subsiguiente.

Elegido mejor senador en 1990 y senador estrella en 1993, el discurso de Uribe, casi monótono pero firme y con autoridad, insistiendo en que había que recuperar la legitimidad y la autoridad del Estado frente a los actores armados, ha calado en los colombianos, hartos de una situación cada vez más deteriorada en cuanto al conflicto armado, sin contar con lo económico.

"Adicto al trabajo"

Dicen sus íntimos que detrás de esa fachada de político duro y calculador está un enamorado del campo que procura pasar la mayor parte del tiempo posible en una finca cerca de Medellín o en otra, dedicada a la ganadería, en el departamento de Córdoba, en el noroeste del país. De carácter austero, Uribe siente una verdadera pasión por los caballos y comparte al máximo con su mujer, Lina, una filósofa, y sus dos hijos, Tomás y Jerónimo, de 20 y 18 años, los pocos momentos libres de que dispone.

Quienes le conocen de cerca aseguran que "es un adicto al trabajo", un perfeccionista, mesurado, con una memoria prodigiosa para recordar detalles, nombres, citas, cifras..., y muy madrugador. Cuando fue alcalde de Medellín, a comienzos de los ochenta, y gobernador de Antioquia, entre 1995 y 1997, convocaba consejos de Gobierno antes del amanecer.

Esa manía de levantarse tan temprano, cuentan sus allegados, viene desde su infancia. Cuando cursaba Secundaria en el Instituto Jorge Robledo, de Medellín, en el que fue uno de los alumnos más brillantes, dedicaba muchas horas de la madrugada a estudiar. Fue una costumbre que continuó en 1993, cuando se graduó como Especialista en Administración y Gerencia y Negociación de Conflictos, en la Universidad de Harvard, y, en 1998, en la Universidad inglesa de Oxford.

Álvaro Uribe Velez se dirige a los votantes tras las elecciones celebradas ayer en Colombia.
Álvaro Uribe Velez se dirige a los votantes tras las elecciones celebradas ayer en Colombia.ASSOCIATED PRESS

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