Tres muertos en un atentado contra el candidato Álvaro Uribe

Al menos tres personas han muerto en el atentado en el norte del país al estallar un potente artefacto explosivo al paso del vehículo blindado en el que viajaba el candidato presidencial independiente de derecha Álvaro Uribe, que ha resultado ileso del ataque. La bomba ha alcanzado de lleno a un autobús que circulaba en la zona. Al menos 20 personas están heridas, varias de ellas de gravedad.

Dos niñas de 3 y 5 años, el conductor del autobús y al menos seis civiles se encuentran en estado crítico. El coche de Uribe ha quedado prácticamente destruido.

La carga explosiva estaba colocada al lado de la vía y fue accionada a control remoto al paso de la caravana del candidato presidencia, pero el impacto lo recibió de mayor forma el autobús. En un principio se pensó que se trataba de un autobús bomba, aunque esa hipótesis ya ha sido descartada.

Uribe había realizado una visita al puerto de Barranquilla, donde había almorzado, y se dirigía a su hotel, en un exclusivo sector de la ciudad.

En sus primeras declaraciones tras el atentado, Uribe ha pedido a sus seguidores, "serenidad, paciencia y firmeza ante estos hechos" y ha lamentado el hecho de que personas hubieran resultado heridas en la acción.

Aunque aún no se conoce con precisión quién está detrás de este atentado, todo parece indicar que serían las milicias urbanas de las FARC, que en los últimos meses han actuado en distintas ciudades del país.

Uribe, que lidera ampliamente las encuestas para las elecciones presidenciales del próximo 26 de mayo, ha sido considerado objetivo militar de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), a las que ha prometido combatir con mano firme. El candidato, jefe del movimiento político Primero Colombia, ha sido uno de los mayores opositores a la política de paz del presidente del país, Andrés Pastrana.

El mismo candidato ha reconocido unos 15 intentos de atentado contra su vida, y debido a las constante amenazas contra su vida tiene en su nómina un total de 120 guardaespaldas. El de esta noche es el tercer atentado que sufre en ocho meses. Un mes antes, las autoridades descubrieron que las FARC pretendían asesinarle en su sede política de Bogotá, a la que llegaron dos Biblias, cargadas de explosivos, que iban a ser detonadas con teléfonos celulares.