Sharon decide continuar la 'Operación Muro' tras el atentado suicida de Haifa

El primer ministro israelí, Ariel Sharon, sigue desafiando a la comunidad internacional, y en especial a EE UU, al advertir de que continuará la Operación Muro de Defensa. El Gabinete, reunido este miércoles por la mañana ha justificado su ofensiva tras el atentado suicida de Haifa, al norte del país, en el que ocho personas (policías y militares), además, del kamikaze han perdido la vida. El ataque ha sido reivindicado por Hamás.

Tras confirmar que la campaña militar continuará, Sharon ha dicho que EE UU "no debería presionar" a Israel para que detenga la operación. "Se puede hablar de paz, pero no se puede alcanzar mientras exista el terror. Espero que nuestro gran amigo EE UU entienda que esta es una guerra de supervivencia para nosotros. Es nuestro derecho a defendernos y defender a nuestros ciudadanos y no deberían presionarnos para que no lo hagamos".

Sin embargo, el primer ministro ha dicho que no tiene intención de quedarse en los territorios ocupados. "Nuestros soldados tienen que continuar su lucha. Una vez que la terminen, no nos quedaremos en ninguna zona palestina. Tenemos que hacer el trabajo lo más rápido posible, pero tenemos que hacerlo", ha concluido.

Y en efecto, las fuerzas israelíes se han retirado esta noche de tres poblaciones cisjordanas (Kabatiyeh, Yatta y Al-Samoha), según ha anunciado el Ministerio de Defensa israelí a través de un comunicado.

Sin embargo, a pesar de esta retirada, los combates continúan. Esta noche, un palestino armado ha muerto en los enfrentamientos registrados en el sector de Kissufim, en el centro de la franja de Gaza. También en Gaza, en el norte de la franja, el Ejército israelí ha abierto fuego contra un poblado de beduinos, Beit Lahia, y cerca de un campo de refugiados, el de Jabaliya, el más grande de los territorios palestinos.

Atentado en vísperas de la llegada de Powell

De nuevo Israel ha amanecido este miércoles con la noticia de un nuevo y sangriento atentado: una fuerte explosión sacudía el autobús de la línea 960, que une Haifa con Jerusalén. Al menos ocho personas han fallecido y unas 14 han resultado heridas como consecuencia de la explosión registrada, a primera hora de la mañana, en el autobús, que circulaba en las proximidades del kibbutz de Yagur, situado al este de la localidad de Haifa, en el norte de Israel. Uno de los heridos se encuentra en estado crítico, mientras que otros tres están graves.

El atentado se produce además en vísperas de la llegada a Israel del secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, para intentar concertar un alto el fuego entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

En este sentido, Israel ha aprovechado el momento para calificar de "trágico error" la entrevista que Powell desea mantener con Arafat, en palabras de un alto responsable de la presidencia del Consejo israelí, que desea permanecer en el anonimato. De un modo contundente, Israel ha calificado el atentado de "regalo de Arafat a Powell" pero permitirá la entrevista.