La aviación israelí realiza una incursión en el sur de Líbano tras los ataques de Hezbolá

El temor a la apertura de un segundo frente en la guerra no declarada que asola oriente próximo se confirma día a día. Esta mañana, la aviación israelí ha llevado a cabo una incursión en el sur de Líbano en respuesta a los disparos de grupo integrista chií Hezbolá (Partido de Dios) contra el controvertido sector de las granjas de la Chebaa, ocupadas por Israel, según ha informado la Policía libanesa.

Mientras, la situación en el campo de refugiados de Yenín, donde se han librado los más duros combates desde que hace una semana fuera objeto de una incursión por parte del Ejército israelí, parece encarrilarse hacia el fin del conflicto. Aunque las informaciones son confusas, parece ser que cientos de milicianos palestinos se han entregado, según el Ejército israelí, y un responsable militar palestino ha declarado que "la lucha ha terminado". "Se han entregado muchos y hay un gran número de mártires", ha declarado Jamal Abu al-Haija, uno de los responsables del grupo islámico Hamas. Sin embargo, el Ejército hebreo no ha confirmado nada al respecto del fin de los combates.

Por otro lado, las fuerzas israelíes han tomado el control de otra localidad palestina, Al Samouh, de unos 15.000 habitantes y situada al sur de la ciudad cisjornada de Hebrón. Tanques y blindados israelíes han entrado en esta localidad a primeras horas de la mañana. A continuación se han producido tiroteos entre la resistencia palestina y los soldados.

Mientras tanto, aviones de combate F-16 y helicópteros Apache israelíes han bombardeado durante la pasada madrugada el centro histórico de Nablús y los campamentos de refugiados palestinos cercanos a la ciudad donde se encuentran todavía combatientes palestinos, según varios testigos.

Situación límite en Nablús

Los F-16 han disparado al menos diez misiles a las 22.00 horas locales (21.00 hora española) pero los ataques han continuado durante la noche, la más violenta desde la llegada de los tanques israelíes a Nablús hace exactamente una semana.

Los ataques aéreos han estado acompañados de intensos disparos de cañón y metralleta desde tierra. No existe ninguna información sobre posibles muertos o heridos. Los habitantes afirman que el Ejército israelí, que controla la mayoría de la ciudad, ha evacuado a decenas de civiles.

Según fuentes médicas, los combatientes palestinos temen que se produzca una masacre ya que los últimos que resisten la ofensiva se han refugiado en las estrechas calles de la ciudad vieja.

El Ejército israelí ha bombardeado también el campamento de refugiados de Al Ein, cerca del centro de Nablús donde los soldados no han podido penetrar hasta ahora al igual que en los vecinos campamentos de Balata y Askar donde se encuentran los focos de resistencia.

Desde la entrada de las tropas israelíes en Nablús, los habitantes han sido sometidos a un estricto toque de queda que nos les ha permitido ni conseguir provisiones ni enterrar a sus muertos. Una gran parte de la ciudad se encuentra sin electricidad y sin teléfono y los víveres comienzan a escasear.

En cuanto a las bajas, un soldado israelí ha muerto y otros 12 han reultado heridos en el

campamento de refugiados de Yenín, en el norte de Cisjordania, donde otros 13 militares fallecieron ayer. Además, dos palestinos -uno en Tulkarem y otro en Nablús- han muerto esta madrugada en distintos incidentes registrados con el Ejército israelí en Cisjordania.

Granadas contra la Natividad de Belén

El Ejército israelí ha explotado a primera hora de hoy varias granadas cerca de la Basílica de la Natividad de Belén, donde se encuentran atrincherados unos 200 activistas palestinos desde el pasado 2 de abril, según constataron varios periodistas allí desplazados.

Hacia las 6.00 horas (las 5.00 hora peninsular española), varios soldados israelíes en torno a un vehículo blindado situado en las proximidades de la Basílica han explotado una serie de granadas. Por el momento, se desconoce la repercusión de las deflagraciones.

El Ejército israelí multiplicó estos últimos días los disparos alrededor de la Basílica de la Natividad y ha instado con megáfonos a los asediados a la rendición.