Un acuerdo entre China y España permite que los 25 norcoreanos vuelen a Seúl
El grupo, que ayer irrumpió en la Embajada española en Pekín, ha partido hacia Filipinas, de donde viajará hacia Corea del Sur
Los 25 norcoreanos que irrumpieron la madrugada del jueves en la Embajada española en Pekín han abandonado China, en dirección a Corea del Sur, después del acuerdo al que han llegado China y España. "Han salido hacia Manila [Filipinas], aunque su destino final es Corea del Sur", han confirmado fuentes diplomáticas españolas.
El acuerdo se alcanzó tras intensas negociaciones entre el embajador de España en Pekín, Eugenio Bregolat, y las autoridades chinas. El primer ministro chino, Zhu Rongji, había anunciado esta mañana que ya se había hablado con la Embajada de España y otras legaciones extranjeras y que pronto se conocería el resultado de las negociaciones. Según informaciones de última hora, se cree que los norcoreanos podría llegar a Seúl el próximo domingo.
El Primer ministro chino, Zhu Rongji, había anunciado esta mañana que ya se había hablado con la Embajada de España y otras legaciones extranjeras y que pronto se conocería el resultado de las negociaciones. Con anterioridad, la televisión surcoreana anunció de que había "indicios" de que los norcoreanos iban a viajar a Corea del Sur.
El pasado mes de junio, siete norcoreanos de una misma familia pidieron asilo en la sede de las Naciones Unidas en Pekín y fueron autorizados a viajar a Corea del Sur cuatro días después a través de Singapur y Filipinas.
Secretas negociaciones
Tanto España como China han mantenido las negociaciones en secreto, debido a la delicada situación del asunto y teniendo en cuenta además que Eugenio Bregolat es embajador concurrente en Corea del Norte.
Los norcoreanos, catorce adultos y once niños, penetraron ayer a las 10.00 hora local (03.00 hora española) en la Embajada española tras derribar de un empujón al único policía que vigilaba la entrada, cuyas puertas estaban abiertas de par en par.
Tras ocupar los jardines y la residencia del embajador, los norcoreanos arrojaron octavillas en las que denunciaban la dura represión que padecían en Corea del Norte y expresaban su deseo de ir a Corea del Sur.
Amenazas de suicidio
Alguno de ellos llevaba veneno, concretamente matarratas, y amenazaron con suicidarse si eran devueltos a Corea del Norte, país donde se castiga la deserción con torturas y la pena de muerte.
Según fuentes de organizaciones humanitarias surcoreanas, entre 150.000 y 300.000 norcoreanos que han huido de su país viven escondidos en las montañas del este de China. Los norcoreanos suelen entrar en China huyendo de la hambruna y de la dura dictadura comunista que impera en su país, a través de las provincias fronterizas chinas de Jilin y Liaoning, en el noreste del país.
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