Blair y Berlusconi fijan una posición común para la cumbre de Barcelona

Los primeros ministros del Reino Unido e Italia, Tony Blair y Silvio Berlusconi, han firmado hoy tres documentos conjuntos con sus objetivos para la próxima cumbre europea de Barcelona y sus posiciones comunes sobre la flexibilización del mercado y la modernización de la economía.

La primera cumbre italo-británica desde 1999 ha terminado con una declaración de "plena sintonía" entre Blair y Berlusconi, que ha dado pié a los primeros comentarios sobre el nacimiento de un eje Roma-Londres en el seno de la UE.

El anuncio de un próximo encuentro de sus respectivos representantes en la Convención para las reformas de la UE, con el fin de aunar criterios y poner en común planteamientos, ha servido

también, en cierta medida, para avalar la tesis de la entente. Aunque desde las dos diplomacias se niega que este encuentro marque el punto de partida de un nuevo eje, contrapuesto a la clásica alianza franco-alemana, el encuentro de Roma podría estar destinado a abrir una brecha en el socialismo europeo, como se han apresurado a remarcar los dirigentes del centroizquierda italiano.

En cualquier caso, los observadores consideran que la cumbre de hoy ha supuesto un espaldarazo significativo para la política exterior y la imagen internacional de Berlusconi. El jefe del Gobierno italiano no ha desaprovechado la ocasión y en la comparecencia conjunta ante la prensa, al término de la reunión, le ha faltado tiempo para remarcar que su política "es

absolutamente igual a la de los laboristas y completamente diversa a la del sindicato comunista italiano".

Más comedido, el primer ministro británico ha renunciado a entrar en asuntos internos, pero se ha visto obligado a precisar que "algunas de las viejas distinciones entre derecha e izquierda no son

ya válidas, como lo eran hace 30 o 40 años". "Al margen de las ideas políticas -ha precisado Tony Blair- los gobiernos se deben confrontar sobre como crear puestos de trabajo de mayor calidad".

Liberalizaciones

En este contexto se inscribe el documento conjunto firmado por Reino Unido e Italia, que incide en una mayor flexibilidad del mercado de trabajo, la unificación de los mercados financieros y más

liberalizaciones, en particular del sector energético y del gas. Berlusconi ha tratado de llevar estos presupuestos a un terreno abiertamente europeísta al afirmar que "cuantos más puestos de trabajo se creen en Europa, mas posibilidades existirán de que Reino Unido y otros países se adhieran a la moneda única".

Blair ha recogido el guante y ha dicho que "somos favorables al euro, ahora hay una prueba económica en marcha y después habrá un referéndum". Los mandatarios británico e italiano han expresado también sus prioridades sobre los objetivos básicos de la cumbre europea de Barcelona del próximo 15 de marzo, que, junto a la propuesta económica específica, le han hecho llegar al presidente de turno de la UE, el español José María Aznar.

Apoyo a Aznar

En este capítulo, Blair expresa en un artículo que publica hoy el rotativo Corriere della Sera su convicción de que Aznar, al que da su total apoyo, llevará a cabo las reformas propuestas.

La declaración conjunta italo-británica afronta también la necesidad de incrementar la colaboración con Rusia, así como la propuesta de Berlusconi de poner en marcha un "Plan Marshall" de ayuda a los palestinos y el proyecto "nepad" de ayuda al continente africano que promueve Blair.

En su viaje a la capital italiana, Tony Blair ha estado acompañado únicamente del secretario de Estado británico para Asuntos Europeos, Peter Hain, que se ha reunido con el subsecretario italiano de Asuntos