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FRANCIA

La vuelta de un testigo de la financiación ilícita del partido de Chirac altera la precampaña

Los conservadores acusan a los socialistas de instrumentalizar en su provecho el retorno de Didier Schuller, que huyó a Santo Domingo hace siete años

La llegada hoy a Francia del ex dirigente neogaullista Didier Schuller para rendir cuentas a la Justicia, tras siete años de fuga, ha desatado nerviosismo en la derecha a menos de tres meses de las elecciones presidenciales.

"¿De qué tienen miedo? No pretendo desempeñar ningún papel en la elección presidencial. No vuelvo para cantar sobre éste o aquél, sólo para defenderme. No vuelvo para ajustar cuentas sino para rendir cuentas".

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De esta forma Schuller trataba de calmar los ánimos de quienes aún llama "mis amigos" a través del vespertino Le Monde, en cuya primera página se asoma hoy con un esbozo de sonrisa y vestido con una camisa de cuadros azules, verdes, naranjas y amarillos, que evocan el exuberante paisaje de la República Dominicana, donde Schuller llegó en 1997 tras abandonar su primer refugio en Bahamas.

Por propia decisión y libre, Schuller ha puesto hoy fin a más de siete años de exilio caribeño, sin esperar a que las autoridades dominicanas tramitasen una reciente demanda francesa de extradición.

A bordo de un avión de Air France, el "hombre clave" de una de las supuestas redes de un complejo entramado de comisiones ilegales para financiar al neogaullista RPR del presidente francés, Jacques Chirac, ha aterrizado a las 13.09 locales en el aeropuerto parisiense de Roissy-Charles de Gaulle en un vuelo procedente de Santo Domingo.

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Al pie de la escalerilla le esperaba una dotación de policías para hacer efectiva una orden de detención internacional dictada en 1995 por el juez instructor del caso, Philippe Vandingenen.

Ante ese magistrado fue conducido dos horas más tarde rodeado de un fuerte despliegue policial, sólo equiparable al desplegado cuando el ex "numero dos" de Elf Alfred Sirven regresó de Filipinas.

Celosamente protegido de la prensa -en Santo Domingo se llegó a parar el avión en medio de la pista para que subiera-, Schuller ha escuchado de boca del juez Vandingenen, con fama de "riguroso, franco y leal", su procesamiento por abuso de bienes sociales, tráfico de influencias, complicidad y receptación.

Financiación ilegal

Todos esos cargos están relacionados con la presunta financiación ilegal del neogaullista Reagrupamiento por la República (RPR) mediante el supuesto trucaje de la adjudicación de obras de viviendas sociales (HLM) en Hauts-de-Seine, afueras de París.

Schuller, que dirigió la oficina de los HLM de 1986 a 1994, deberá comparecer luego ante un juez de las libertades y la detención, al que le corresponde dictar su ingreso en prisión.

Según Schuller, el trucaje del mercado inmobiliario generaba comisiones "oficiales o no" que "alimentaban las cajas del RPR nacional y las de la federación del departamento de Hauts-de-Seine" y que sirvieron para "financiar" campañas electorales.

La vuelta del que fuera protegido del ex ministro de Interior y candidato al Elíseo, Charles Pasqua, ha generado un agrio cruce de acusaciones entre la derecha y los socialistas.

En la vuelta de Schuller, la presidenta del RPR, Michele Alliot-Marie ve el "primer acto de campaña de los socialistas" y manipulación.

El secretario nacional del Partido Socialista, Francois Hollande, le replica que sólo el RPR es capaz de ver una manipulación e insiste en la necesidad de dejar trabajar tranquila a la Justicia.

Pero, pese a los múltiples desmentidos, los conservadores insinúan que el regreso ha sido "negociado", e incluso el ex primer ministro Alain Juppé ha acusado a los socialistas de "remover mierda".

Otros, como el neogaullista Philippe Séguin, ha preferido la técnica del ventilador y ha declarado que los "asuntos" de financiación ilegal "conciernen a todas las familias políticas sin excepción".

Azares de la vida, el regreso de Schuller se produce en la víspera de que el Tribunal de Apelación de París vea una serie de peticiones de anulación del sumario de los HLM de Hauts-de-Seine.

La vuelta de Schuller es "una enorme manipulación", ha apostillado el abogado Grégoire Lafarge, próximo al Elíseo, al calificar a su nuevo letrado, Jean-Marc Fedida, de instrumento de los socialistas. Fedida es amigo del diputado socialista Arnaud Montebourg, quien impulsó una iniciativa que no prosperó para llevar a Chirac ante el Alto Tribunal de Justicia.

El regreso de Schuller ha caído tan mal entre los conservadores porque las últimas encuestas marcan un punto de inflexión de Chirac frente al primer ministro, el socialista Lionel Jospin, a quien un sondeo da por ganador en la segunda vuelta de las Presidenciales.

Consciente de que es un personaje molesto, Schuller ha dejado claro a una revista dominicana que "no me voy a suicidar ahora ni nunca".

Didier Schuller, a su llegada al juzgado de París en el que ha comparecido.
Didier Schuller, a su llegada al juzgado de París en el que ha comparecido.AP

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