Dos explosiones en Colombia dejan 16 muertos, 46 heridos y 22 desaparecidos
Un depósito de dinamita de las FARC salta por los aires en el departamento de Meta y un coche bomba estalla en Florencia
La violencia en Colombia ha provocado un nuevo reguero de víctimas. En las últimas 24 horas, al menos 16 personas, entre civiles, soldados y guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), han muerto, 46 personas más han resultado heridas y otras 22 se encuentran desaparecidas tras dos explosiones registradas en los departamentos del Meta, en el centro del país y Caquetá, al sur, según han informado fuentes militares.
En Lejanías (Meta, al este), ha explosionado un depósito con más de dos toneladas de dinamita que las FARC tenían en una vivienda rural. Poco después, un coche bomba ha estallado en Florencia, capital del Caquetá de unos 180.000 habitantes y situada al sur de Bogotá.
Horas más tarde, un segundo coche bomba cargado con 30 kilos de dinamita ha hecho explosión sin causar víctimas detrás de las instalaciones del canal de televisión Caracol en Bogotá.
Mientras tanto en Cúcuta, en el nordeste, varias cargas de explosivos han sido activadas frente a las casas militares del batallón Maza.
Portavoces del Ejército han indicado que siete militares han muerto, seis sufren heridas y 22 han sido dados por desaparecidos al estallar el depósito de explosivos cerca de Lejanías, a 250 kilómetros de Bogotá. La explosión, que también ha provocado la muerte de cuatro guerrilleros, se ha producido cuando las tropas registraban una vivienda en la que había cerca de dos toneladas de explosivos.
Poco antes, las tropas habían abatido a tiros a cuatro insurgentes, capturaron a siete, desmantelaron un campamento guerrillero y desactivaron un campo minado del llamado Bloque Oriental de las FARC. al tiempo que destruyeron un campamento guerrillero y desactivaron un campo minado.
Un taxi en pleno centro
En otro hecho separado, ocurrido en Florencia (350 kilómetros al suroeste de Bogotá), cinco civiles -entre ellos dos menores de edad-, han fallecido y otros 40 han resultado heridos al explosionar un coche bomba.
El vehículo, aparentemente un taxi, ha sido activado en una calle del centro de la ciudad, próxima al área neutral establecida para las negociaciones de paz entre el Gobierno y las FARC. Este territorio de más de 42.000 kilómetros cuadrados, comprende cinco municipios del Caquetá y Meta, que permanecen desde diciembre de 1998 bajo el control de las FARC.
Sin embargo, no se ha confirmado si el grupo que ha cometido el atentado, que ha ocurrido cuando el Ejército patrullaba las calles, pertenece las FARC. El atentado ha provocado graves daños materiales y ha puesto en estado de emergencia a los centros médicos locales.
Por otro lado, un coche bomba cargado con 30 kilos de dinamita ha explotado hacia las 10.30 hora española en el centro de la capital colombiana sin causar víctimas.
El coche bomba estaba colocado detrás de las instalaciones del canal de televisión Caracol, en el barrio La Soledad, donde se encuentran las sedes de las campañas políticas de varios aspirantes al Congreso, cuya elección se celebrará el próximo 10 de marzo.
El atentado ha causado cuantiosos daños materiales en los edificios aledaños y, en principio, se atribuye a grupos urbanos de las FARC.
Un centenar de muertos en 14 días
Las FARC, la mayor y más antigua guerrilla colombiana con unos 16.500 efectivos, acordó con el Gobierno el pasado 20 de enero la reactivación de las negociaciones de paz, gracias a una gestión internacional de última hora y después de tres meses de crisis en el proceso de paz.
A pesar de haberse comprometido a reducir la intensidad del conflicto y a firmar, a más tardar el próximo 7 de abril, los primeros acuerdos para un alto el fuego y cese de las hostilidades, los episodios de violencia se han multiplicado y el movimiento rebelde ha desatado una escalada de ataques terroristas contra carreteras, puentes, torres eléctricas y varias poblaciones.
Así, las FARC han asesinado en dos semanas a más de un centenar de personas y han ocasionado considerables daños en la infraestructura energética, petrolera y vial.
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