Los Quince aceptan que el posfascista Fini represente a Italia en Bruselas
Giuliano Amato se mantiene como vicepresidente de la Convención
Los ministros de Exteriores de la Unión Europea han alcanzado hoy un acuerdo sobre la Convención que preparará la próxima reforma de la UE, en la que el gobierno italiano estará representado por su viceprimer ministro Gianfranco Fini.
Según ha informado el presidente de turno del Consejo de la UE y ministro español Josep Piqué, los Quince han llegado a un "acuerdo pleno" por lo que se refiere tanto a la composición como a la financiación de la Convención, cuando falta exactamente un mes para su puesta en marcha.
El acuerdo consiste en considerar la presidencia del nuevo foro y las dos vicepresidencias como "un cuerpo independiente" que representará "a la UE", según ha añadido Piqué, por lo que cada uno de los quince gobiernos, "incluidas Italia y Bélgica", tendrán derecho por su parte a designar a sus respectivos representantes.
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, quien ha asistido hoy a su primer Consejo de asuntos exteriores de la UE, ha exigido contar con su propio representante en la Convención, con independencia de la vicepresidencia atribuida a Giuliano Amato.
Amato y el ex primer ministro belga Jean-Luc Dehaene fueron designados por los quince jefes de gobierno en la pasada cumbre de Laeken como vicepresidentes de la Convención y asesores directos del presidente Valery Giscard D'Estaing.
Pasado neofascista
Para el puesto de representante del Gobierno italiano, Berlusconi ya ha designado a su viceprimer ministro, Gianfranco Fini, lo que ha provocado el enojo de algunos países, por la situación "de facto" que creaba y el pasado neofascista de Fini.
Después de un debate en el que el propio Berlusconi ha defendido su causa ante sus "homólogos", los Quince han decidido aceptar la interpretación italiana.
La posición planteada por el Gobierno italiano "ha sido considerada razonable por el resto de países", ha explicado Piqué en rueda de prensa.
"Con independencia de la redacción de los acuerdos de Laeken", es preciso "tener en cuenta la opinión del gobierno italiano" y, sobre todo, "la del propio vicepresidente Giuliano Amato", quien no se ha considerado nunca representante de Silvio Berlusconi, según el ministro español.
"Amato no se considera a sí mismo el representante del Gobierno italiano en la Convención. De acuerdo con ello, hemos decidido considerar la presidencia y las dos vicepresidencias como un conjunto y, junto a ello, la presencia de quince representantes de los diferentes gobiernos", según Piqué.
Piqué ha informado también de que la última propuesta de financiación de la Convención "ha sido aceptada por los Quince y por la Comisión Europea".
"Hablamos de compensaciones y de una financiación normal de la Convención", ha asegurado el ministro.
"En ningún caso estamos hablando de sueldos, sino de las correspondientes dietas, tal y como se estableció en la Convención que elaboró la Carta de los Derechos Fundamentales".
La única solución
El jefe del Gobierno italiano y ministro de Exteriores, Silvio Berlusconi, ha afirmado hoy que el acuerdo de los Quince para que el postfascista Gianfranco Fini esté en la Convención que preparará la futura reforma de la UE era "la única solución posible".
"Nunca he tenido dudas al respecto. Como era lógico, se ha llegado a esta solución, que era la única solución posible", ha dicho Berlusconi a los periodistas al ser preguntado sobre si fue difícil convencer a sus socios comunitarios para que Fini forme parte de la Convención.
"Creo que las cosas han transcurrido como debían. Era un hecho que no se podía contradecir", ha dicho.
"Son dos personas que tienen una fuerte fe europeísta, que trabajarán bien dentro de la Convención", ha dicho Berlusconi, en alusión a Fini y Amato.
"Les recuerdo que la Convención no podrá adoptar decisiones, sino que ofrecerá opciones a la CIG (Conferencia Intergubernamental), que creo se celebrará en el espacio de los seis meses de nuestra presidencia de turno de la UE (segundo semestre 2003), y serán los primeros ministros de los Quince quienes decidirán", ha indicado.
"Creo que no hay dudas sobre el hecho de que esto ocurrirá en el semestre de la presidencia italiana, porque ir más allá significaría entrar en 2004 y tener la superposición de la ampliación, es decir, de la entrada de nuevos países en la UE, del nombramiento de la nueva Comisión y de las elecciones europeas", ha dicho Berlusconi.
"La entrada de nuevos países antes de que se dé cuerpo a la forma definitiva que tendrá la futura UE significaría empezar de cero y hacer un gran trabajo, muy difícil de llevar adelante, porque con 25 interlocutores es más difícil que con 15", ha concluido Berlusconi.
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