El fuego mantiene cercado Sydney y obliga a evacuar a miles de personas

Una espesa nube de humo se cierne sobre Sydney, al tiempo que decenas de incendios forestales amenazan aún a la ciudad australiana por tercer día consecutivo y han obligado a desalojar a miles de personas. La capital del país, Camberra, se encuentra ya a salvo del fuego, pese a que aún quedan tres focos activos cerca de la ciudad.

Al menos un centenar de incendios rodean Sydney y están alterando gravemente la vida de sus ciudadanos, especialmente los de la zona oeste y sur de la periferia, donde las instalaciones de saneamiento del agua han quedado inutilizadas y centenares de casas han tenido que ser desalojadas. Al menos 12.000 viviendas continúan sin luz a estas horas.

Llamas de 60 metros de altura

Hasta el momento, y pese los esfuerzos desesperados por controlar las llamas de casi 5.000 bomberos, el fuego ha destruido más de 150 viviendas en la ciudad, situada en la costa sureste del país.

Las llamas, que han llegado a alcanzar hasta 60 metros de altura, han obligado a cortar varias autopistas, carreteras y líneas ferroviarias. Sin embargo, los incendios no han causado ninguna víctima mortal, al contrario que en 1994, cuando un fuego forestal se extendió hasta un suburbio de Sydney y mató a cuatro personas.

Los bomberos esperan que la situación mejore en las próximas horas, después de que el tiempo cambie y remitan los vientos de hasta 60 kilómetros por hora que han azotado la zona en los últimos días.

Pese a que es poco probable que el incendio haya tenido motivos criminales, la policía sí busca a varias personas a las que acusa de prender fuego a centenares de arbustos, lo que ha originado según las autoridades los centenares de incendios que ahora amenazan la ciudad.