Somalia, Sudán y Yemen, países sospechosos de albergar terroristas
Los tres países más señalados como próximos objetivos de la campaña antiterrorista tienen en común una caótica estructura de poder
Los tres países más señalados como próximos objetivos de la campaña antiterrorista de EE UU, Sudán, Somalia y Yemen, tienen en común una caótica estructura de poder que ha fomentado la implantación de grupos terroristas en su territorio.
SOMALIA:
Es el escenario más factible para la segunda fase de la lucha antiterrorista de EE UU, sobre todo después de que el presidente de la junta de jefes de Estado Mayor de ese país, general Richard Myers, calificara hoy a Somalia como un "país potencial" para una próxima acción militar.
No hay un gobierno central y su territorio sirve de base al grupo Al-Itihaad al-Islamiya (Unidad del Islam), que Washington incluyó en su lista de organizaciones terroristas y que vinculó a Al Qaida. Tras los atentados contra las embajadas de EE UU en Kenia y Tanzania, en agosto de 1998, informes oficiales estadounidenses apuntaron hacia el territorio somalí como supuesta base de operaciones.
Además, Somalia es una espina clavada en la política exterior estadounidense. El 3 de octubre de 1993, 18 soldados de élite (rangers) murieron en Mogadiscio al fracasar una misión de captura del líder guerrillero Mohamed Farah Aidid. Fue el mayor número de bajas estadounidenses desde la guerra de Vietnam.
En una intervención militar en Somalia, el Pentágono podría contar con el apoyo de países como Etiopía o Kenia, que han sufrido repetidos ataques armados de sus vecinos somalís. Con ese supuesto objetivo, una delegación estadounidense acompañada por militares etíopes mantuvo a principios de diciembre contactos con el grupo armado somalí Ejército de Resistencia Rahanwein, opuesto al Gobierno Somalí de Transición Nacional que critica la política antiterrorista de EE UU.
El pasado día 12, el subsecretario de Estado para Asuntos Africanos, Walter Kansteiner, dijo que EE UU cree que hay "células terroristas" en Somalia vinculadas con Al Qaeda. Somalia se encuentra sumida en el caos desde la caída del presidente Siad Barre en 1991, que provocó el derrumbe de las estructuras del estado y el parcelamiento del territorio por grupos guerrilleros, algunos de ellos cercanos al integrismo islámico.
SUDAN:
Sudán, incluido en la lista del Departamento de Estado de EE UU de naciones que patrocinan el terrorismo, fue hasta 1996 el centro de operaciones de Osama Bin Laden. Además de las sanciones económicas de EE UU, ampliadas en noviembre, Sudán estuvo sometido, desde 1996 y hasta septiembre pasado, a sanciones militares, financieras y diplomáticas por la ONU, debido a su supuesto apoyo al terrorismo y la violación de los derechos humanos.
Las acusaciones de Washington y el respaldo que EE UU da a la guerrilla independentista del Ejército Popular de Liberación de Sudán (EPLS), que lucha por la secesión del sur del país, han hecho que las relaciones entre los dos países hayan sido tradicionalmente tirantes.
El momento de mayor tensión ocurrió en agosto de 1998, cuando EE UU bombardeó una fábrica de medicamentos de Jartum, en represalia por los atentados simultáneos contra las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania, en los que murieron 224 personas.
Estados Unidos relacionó la factoría con Bin Laden, acusado de promover esos atentados, y dijo que en ella se elaboraban componentes para armas químicas, lo que fue desmentido por expertos occidentales.
La mejora de las relaciones entre Sudán y EE UU coincidió con un aparente cambio en la política de Washington hacia el régimen de Jartum, tras la llegada a la Presidencia de George W. Bush.
Tras los atentados del 11 de septiembre, el presidente sudanés, Omar Hasan Bachir, manifestó su disposición a colaborar con EE UU para conseguir un acuerdo de paz en el país, asolado por 18 años de guerra civil, lo que ha rebajado sus posibilidades de convertirse en el nuevo objetivo estadounidense.
Sin embargo, el secretario de Defensa de EE UU, Donald Rumsfeld, ha incluido en los últimos días al país entre los que cuentan con células activas de Al Qaeda.
YEMEN:
Yemen podría ser un escondite ideal para Bin Laden, ya que su padre es yemení y la red Al Qaeda ha contado con campos de entrenamiento en áreas bajo control de líderes tribales locales.
Uno de los secuestradores del avión que se estrelló contra el Pentágono el 11 de septiembre, Khalid al-Midhar, procedía de este país, al igual que muchos de los combatientes árabes que han luchado junto a los talibanes.
Yemen está en el punto de mira de EE UU desde el 12 de octubre del pasado año, cuando 17 marines estadounidenses resultaron muertos en un atentado suicida con explosivos cometido por dos individuos en el puerto yemení de Adén contra el destructor norteamericano U. S. Cole.
El principal acusado de ese atentado pertenece al grupo yemení Ejército Islámico de Adén, que Washington incluye en su lista de organizaciones terroristas y que vincula a Bin Laden. El presidente de Yemen, Alí Abdulá Saleh, prometió a Washington a principios de diciembre su colaboración en la búsqueda de miembros de la red terrorista "Al Qaeda" que puedan encontrarse en el golfo Pérsico, Europa y Estados Unidos.
Pocos días después, las fuerzas de seguridad yemeníes atacaron varias aldeas del norte del país donde se suponía que estaban refugiados miembros de esa organización, que habrían logrado escapar.
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