Los primeros colegios comienzan a cerrar en Chile tras una jornada tranquila
Los primeros resultados del escrutinio se conocerán a medianoche.- El presidente Lagos, tranquilo y a la espera de que los chilenos "pongan nota" al Gobierno
El Gobierno de Chile, presidido por el socialista Ricardo Lagos, se enfrenta a su primer juicio popular hoy, en las elecciones parlamentarias a las que están llamados 8.075.446 chilenos para renovar la mitad del Senado y toda la Cámara de Diputados. A última hora de la tarde, han empezado a cerrar algunos colegios tras una jornada tranquila y sin incidentes.
A las 12.15 hora local (16.15 en España) han quedado constrituidas la totalidad de las mesas, 30.576, según el segundo informe de la jornada del Ministerio de Interior.
Algunos colegios -la única mesa de la Antártida y algunas del campamento minero de Chuquicamata- han empezado a cerrar sus puertas a las 16.00 hora local (20.00 en España). La apertura de varias mesas en las se han registrado retrasos se prolongará al menos hasta primera hora de la madrugada ya que, según la ley electoral, deben permanecer al menos nueve horas en funcionamiento.
El subsecretario de Interior, Jorge Correa Sutil, ha añadido que el próximo boletín del Gobierno, a media noche en España, será para anunciar el primer escrutinio parcial de votos, con un 10%. En cuanto a la participación, el cuerpo de Carabineros ha señalado que el número de excusas presentadas para no votar -el voto es obligatorio en Chile, aunque la inscripción en el padrón sea voluntaria- es de 212.576.
Por su parte, el Gobierno ha destacado que el proceso electoral se está desarrollando "con absoluta normalidad" y que la situación del orden público es de "absoluta tranquilidad", a pesar de algunos incidentes menores en Santiago y en Temuco, a 674 kilómetros al sur de la capital.
Así, en Temuco la policía ha tenido que desmantelar las barricadas que impedían el paso a los votantes y en Santiago se ha producido la explosión de varios artefactos, cuya autoría ha sido reivindicado un "grupo de jóvenes marxistas" opuesto al actual sistema político.
A la espera de la "nota" del pueblo
El gran ausente de la jornada ha sido el ex dictador Augusto
Pinochet, que se ha excusado de votar debido a un resfriado que lo mantiene en reposo, según ha informado su portavoz, el general retirado Guillermo Garín.
Mientras llegan los primeros resultados, el presidente Ricardo Lagos ha asegurado que está tranquilo a la espera de que la ciudadanía "ponga nota" al Gobierno y a la oposición en las cuartas elecciones parlamentarias desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet.
Poco después de votar, Lagos ha pronosticado que la Concertación mantendrá la mayoría en el Parlamento y la derecha seguirá en la oposición. "En democracia el que tiene un voto más es mayoría y el resto es minoría y es oposición. Hoy mi Gobierno va a tener mayoría para seguir haciendo las tareas que el pueblo nos encomendó hace dos años", ha indicado.
Por su parte, el líder de la derecha, Joaquín Lavín, ha ofrecido una "tregua" al presidente Lagos durante sus próximos cuatro años de Gobierno, en que no habrá elecciones, pero le ha pedido que esta vez "escuche la voz de la gente y haga los cambios que haya que hacer".
En estos comicios, la derecha, unida en la Alianza por Chile, y la coalición oficialista de centro izquierda, la Concertación de Partidos por la Democracia, miden fuerzas por primera vez en unas elecciones desde las presidenciales de 1999.
En aquella ocasión, el abanderado derechista y actual alcalde de Santiago, Joaquín Lavín, rompió el techo histórico de la derecha (el 43% alcanzado por Augusto Pinochet en el plebiscito de 1988) y logró un 47,51% de los votos del electorado.
La derecha espera mejores resultados
Sin embargo, la Alianza por Chile calcula que hoy subirá su actual número de diputados de 48 a 55, sus senadores de 17 a 18 y elevará, además, su porcentaje de votos desde el 36,26% obtenido en 1997 a entre un 42 y un%.
En contraste, la oficialista Concertación de Partidos por la Democracia teme una caída de sus resultados, pero confía en mantener la mayoría en la Cámara de Diputados y el equilibrio en el Senado. En las parlamentarias de 1997, la coalición de Gobierno logró el 50,51% de los votos y 70 de los 120 diputados, de los cuales 38 corresponden a la Democracia Cristiana (DC), hasta hoy el principal partido del país.
Sin embargo, en esta elección se arriesga a perder frente a la ultraderechista Unión Demócrata Independiente (UDI) el lugar de preponderancia que ha mantenido desde 1989. Mientras la DC proyecta en sus análisis más optimistas que bajará a 30 diputados, con una merma de casi tres puntos en su votación, hasta un 20%, la UDI confía en alcanzar el mismo número de diputados de la DC y un apoyo ciudadano de entre el 23 y 25%, muy por encima del 16,78% de 1997, aunque la aportación de los independientes fortalece sus expectativas.
En esta elección se renovará la totalidad de los 120 diputados y 18 de los 38 senadores elegidos en forma democrática, ya que también existen nueve institucionales y dos designados, Augusto Pinochet y Eduardo Frei, ambos ex gobernantes con al menos seis años en el poder.
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