El análisis de una de las 'cajas negras' del avión siniestrado refuerza la hipótesis del accidente

La tesis de que la caída de un Airbus A-300 ayer en Nueva York se debió a un accidente cobra cada vez más fuerza según avanza la investigación, aunque sigue sin descartarse ninguna hipótesis. Hoy, el análisis de una de las dos cajas negras del aparato ha reforzado esta teoría, según ha informado la Cadena Ser.

Según esta información, las voces grabadas de la cabina del avión, descartan casi completamente la hipótesis del atentado ya que en ellas se puede apreciar que la comunicación entre la tripulación es normal. Según los investigadores, el accidente se ha producido por un fallo en el motor que provocó la explosión de la turbina izquierda.

Tanto desde el FBI como desde la Casa Blanca y desde la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NSTB) se venía insistiendo en que nada apuntaba a un atentado y que las similitudes con los sucesos del 11 de septiembre eran meras y terribles coincidencias. "Toda la información que tenemos hasta ahora es que se trata de un accidente", afirmó en este sentido Marion Blakey, directora de NTSB.

De momento, las autoridades han determinado que la torre de control perdió contacto por radar y radio con el avión cuatro minutos después de que éste despegara del aeropuerto John F. Kennedy, con una hora de retraso. Hasta ese momento, no se había producido ninguna comunicación entre el piloto y la torre de control que advirtiera de alguna anomalía en el aparato, ha dicho Blakey.

Reciente revisión

Lo que sorprende es que un aparato de un modelo tan seguro como el Airbus A-300 sufriera un accidente cuando había pasado una revisión la noche anterior a la tragedia, según ha afirmado Donald Carty, director ejecutivo de American Airlines.

Además, los equipos de emergencia han logrado recuperar el estabilizador vertical del aparato de las aguas frente al área de Rockaway, donde uno de los motores cayó en una gasolinera y el otro a unas cuatro manzanas de distancia.

Sin embargo, pese a que existe una certeza virtual de que se trató de un accidente, agentes de la Agencia Central de Inteligencia de EEUU (CIA) han examinado el plan de vuelo del aparato para establecer si viajaba algún sospechoso en el mismo, según han afirmado fuentes de seguridad.

En este sentido, la Agencia de Seguridad Nacional también ha estado analizando los sistemas de escucha electrónica para determinar si existen indicios de conspiración.

Esta noche, el gobernador del estado de Nueva York, George Pataki, quien anteriormente había apuntado la posibilidad de que el fuel hubiera sido adulterado, ha negadotal hipótesis, tras los controles realizados por la Autoridad de Puertos, que han señalado que tras los análisis y las revisiones llevadas a cabo, todo indica que el carburante estaba en condiciones normales.

Apoyo psicológico

Por su parte, el presidente de American Airlines, Donald Carty, se ha desplazado a Nueva York desde Dallas (Texas) acompañado de sesenta expertos de la empresa, incluido psicólogos, para atender a los familiares de las víctimas "y hacer todo lo posible por ellos en estos momentos".

En rueda de prensa, Carty aseguró que la compañía hará pública la lista de pasajeros en cuanto haya notificado a las familias los fallecimientos, y que establecerán ayuda financiera de inmediato para los afectados por la tragedia.