Kabul ejecuta a un destacado comandante opositor
Abdul Haq se había infiltrado en Afganistán con la misión de fomentar una revuelta contra los talibanes
Los talibanes han confirmado que han ejecutado esta mañana a Abdul Haq, un destacado líder opositor y héroe de la guerra contra ocupación de la antigua Unión Soviética (1979-1989). Los milicianos, que lo tenían acorralado desde hace dos días en Azro, una aldea cercana a Kabul, lograron detenerlo anoche, a pesar de la operación aérea lanzada por EE UU para evitar su captura.
Haq y un grupo de sus seguidores entraron en Afganistán el domingo pasado pero su presencia fue detectada hace dos días por los talibán en Azro, en la provincia de Logar, al sur de Kabul.
En un comunicado leído en la cadena de televisión qatarí Al Yazira por el portavoz oficial de los talibán, Amin Jan Mutaki, ministro de Educación del Ejecutivo que gobierna en Kabul, señala que Haq ha sido capturado, con varios de sus partidarios, después de dos días de duro asedio a Azro.
Una operación de rescate
Mutaki ha añadido que el resto de los detenidos están siendo interrogados y ha asegurado que los combatientes talibán mantienen cercados a otros 50 guerrilleros opositores en Azro. "Abdul Haq y sus partidarios entraron ilegalmente en Afganistán desde Pakistán llevados por helicópteros estadounidenses", ha agregado Mutaki.
Mutaki ha afirmado también que Haq tenía "importante documentación y gran cantidad de dólares, además de un teléfono por satélite", y su captura se ha producido "pese a la intervención de helicópteros de EE UU, que trataron de rescatarlo".
Según un portavoz talibán, varios helicópteros estadounidenses han tratado de evitar la detención de Haq bombardeando los alrededores de la zona en la que se encontraba acorralado desde hace dos días.
"Haq había mantenido contactos con varias tribus de la etnia pastun [mayoritaria en Afganistán] de la zona de Logar, para recabar su apoyo al rey Mohamed Zahir Shah", ha subrayado el portavoz de los talibanes.
Versiones contradictorias
Por otro lado, Tayyhab Afga, portavoz del líder máximo de los talibán, el mulá Mohamed Omar, ha confirmado la muerte de Abdul Haq "junto a algunos de sus lugartenientes". Afga ha leído una declaración en Kabul, en la que no ha aclarado si fue ejecutado o fue a consecuencia de las heridas sufridas en un tiroteo.
Según otra versión de los hechos, recogida por la agencia protalibán Afghan Islamic Press, Haq y sus compañeros de armas fallecieron cuando intentaban de huir de su captores.
Sin embargo, la familia del comandante Abdul Haq ha asegurado hoy no tener confirmación de que haya sido ejecutado, tal como dicen los talibán, y han apuntado que, por el contrario, disponen de informaciones que apuntan a que "está vivo".
Después de anunciar la muerte del muyahidín, el responsable de los servicios de información del régimen de los talibanes ha advirtido a los partidarios del ex rey afgano de que permanezcan fuera de Afganistán, y ha subrayado que ningún opositor podrá escapar al régimen, tal como lo demuestra la detención y ejecución de Abdul Haq, según indica la agencia Afghan Islamic Press (AIP).
"Les advertimos de que no intenten venir aquí. Que se alejen de esas ideas peligrosas, ya que de lo contrario tendrán que sufrir las graves consecuencias", ha apuntado.
La misión de Abdul Haq
Pese a la falta de resultados en la guerra contra los talibanes, las potencias, los países vecinos y las facciones afganas maniobran para asegurarse un papel en el reparto del poder tras la eventual caída del régimen.
Aunque todos hablan de un gobierno "amplio", creado de acuerdo con la voluntad del pueblo afgano, cada parte tiene intereses encontrados. En este sentido, cobra fuerza la idea del regreso del rey Mohamed Zahir Shah, depuesto en 1973 y exiliado en Roma.
Estados Unidos, aunque ayuda a la opositora Alianza del Norte en el campo de batalla con sus ataques aéreos, también busca a elementos de los pastún que se sumen a la causa antitalibán, como ha reconocido el propio secretario estadounidense de Defensa, Donald Rumsfeld.
De ahí el papel del líder antitalibán Abdul Haq, considerado un héroe por los afganos, que representaba una apuesta de Pakistán y EE UU para la creación de una oposición activa al régimen entre la etnia más importante del país, los pastún.
Haq, que procede de una familia prestigiosa pastún y que fue un destacado comandante en el yihad (guerra santa) contra la Unión Soviética, era un "moderado" que aceptaba al ex rey Mohammed Zahir Shah como símbolo de unidad nacional.
Según fuentes de los servicios de información extranjeros, el comandante Haq tenía intención de iniciar un levantamiento de la etnia pastún, mayoritaria en el país y a la que pertenecen los talibanes.
Así, Haq estaba en Afganistán con el fin de convencer a los dirigentes locales para que rompan con los talibanes, y no cabe duda de que en esta empresa contaba con el beneplácito no sólo de Pakistán, sino también de Estados Unidos.
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