La policía francesa vuelve a investigar la pista terrorista en la explosión de Toulouse
Entre las víctimas se ha descubierto el cadáver de un tunecino vestido con varias capas de ropa superpuestas, "a la manera de los kamikazes islámicos"
La policía investiga la pista de un posible atentado terrorista en la explosión, el pasado 22 de septiembre, de una fábrica química de Toulouse tras el descubrimiento del cadáver de un hombre de origen tunecino que iba vestido con varias capas de ropa superpuestas, "a la manera de los kamikazes islámicos".
Según el forense, el hombre llevaba "dos pantalones superpuestos y cuatro prendas interiores, dos calzoncillos y dos camisetas", lo que evoca la "mitología de los soldados kamikazes", según publica hoy el diario Le Figaro.
El cadáver ha sido identificado, según la revista Valeurs Alles, como el de Hasán Jandubi, de 35 años, de nacionalidad francesa y origen tunecino, quien había sido iniciado en el integrismo islámico por un imán de los barrios periféricos de Toulouse.
Jandubi fue contratado temporalmente por la empresa química AZF, donde comenzó a trabajar el 17 de septiembre, cinco días antes de la tragedia, que se cobró 29 vidas.
En el lugar de la explosión
Jandubi, fichado por la policía por un presunto tráfico de vehículos entre Alemania y el sur de Francia y conocido por sus simpatías por el integrismo islámico, se encontraba, en el momento de la explosión, en el hangar donde estaban las 200 a 300 toneladas de nitrato de amoniaco que provocaron la deflagración.
La víspera, Jandubi y otros dos miembros del equipo de trabajo en el que estaba integrado habían protagonizado altercados con el chófer de un camión, que había puesto una bandera estadounidense en la cabina de su vehículo en solidaridad con EEUU por los atentados del 11 de septiembre.
Sin embargo, la mujer con la que vivía Jandubi señaló a los investigadores que él llevaba habitualmente varias prendas interiores "porque estaba acomplejado por su pequeño trasero".
En esa línea, su cuñado (de origen francés) comentó que el fallecido era "muy delgado" e iba a menudo a correr con un pantalón y un chándal.
Ni rastro de Jandubi en su casa
Los policías que registraron su domicilio no encontraron ninguna pertenencia suya porque su compañera dijo que lo había tirado todo "para tratar de olvidar lo antes posible".
En cuanto a los otros dos miembros del equipo de Jandubi, que también estaban en el hangar del nitrato de amoniaco, uno de ellos, Abderasak Tahri (de unos veinte años), murió también en la catástrofe, y el segundo resultó herido de gravedad y está todavía hospitalizado, indica Le Figaro.
Tres días después de la explosión, el fiscal de Toulouse Michel Bréard declaró que había "un 99% de posibilidades" de que fuera un accidente y el pasado viernes anunció la apertura de una investigación judicial por homicidios "involuntarios".
Pero la pista de Jandubi, natural de Toulouse y amigo de un miembro destacado de la comunidad musulmana de la ciudad, es considerada ahora en serio, según el diario.
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