El fiscal de Toulouse cree que la negligencia fue la causa de la catástrofe

El fiscal de Toulouse, Michel Bréard, cortó ayer las especulaciones sobre la posibilidad de un atentado como causa de la explosión de la fábrica AZF y afirmó que la catástrofe tuvo un origen accidental 'al 99%'. Cuatro días después del desastre que provocó 29 muertos y 2.442 heridos, de los cuales 782 siguen hospitalizados, el fiscal apuntó la posible 'negligencia' de los responsables de la fábrica -una filial del grupo TotalFinaElf-, que 'subestimaron' el problema de la seguridad.

Tras reconocer que el suelo en el que estaba almacenado el material de riesgo era de hormigón, el fiscal precisó que 'ese hormigón tenía casi 80 años de antigüedad' y que se produjo un largo proceso físico-químico a lo largo de ese tiempo, que 'se aceleró en los últimos días'. El material de riesgo pudo entrar en contacto con la humedad del suelo, se calentó y esto habría provocado la explosión. El jefe de los inspectores de Medio Ambiente reconoció que el lugar donde se almacenaba el nitrato de amonio no fue inspeccionado durante la última visita a la fábrica.

El presidente del grupo energético TotalFinaElf, Thierry Desmarest, se comprometió ayer a 'revisar' la seguridad de las 92 instalaciones químicas de alto riesgo que posee en Francia. Mientras tanto, el Gobierno y el Ayuntamiento de Toulouse hacen frente a una tarea gigantesca: uno de los hospitales fue destruido, hay 3.000 alojamientos devastados, 70 colegios cerrados y la universidad no puede dar clases a sus 27.000 alumnos por daños graves en sus instalaciones.